Reflexiones ¡De Película! de SUSPENSOMuestra

   MEMENTO

 Leonardo tiene amnesia. Recuerda perfectamente su pasado, pero desde que murió su esposa, no logra recordar lo que pasa a diario en su vida. Olvida constantemente quién es, a qué se dedica, dónde vive, cuál es el vehículo que conduce, a quien conoce y a quien no, etc.
Frente a este terrible flagelo, debe adoptar algún método que le permita recordar cada día lo básico para desarrollarse personalmente, tener un correcto desenvolvimiento social, y saber en quién confiar y en quién no.

Para esto, decidió emplear el uso de fotografías con inscripciones en el dorso. Cada vez que está frente a una situación importante, se asegura de tomar una fotografía instantánea y escribirle algún dato significativo sobre el hecho, lugar o persona en cuestión. Sus fotos siempre están con él, y eso le permite auxiliarse en su “memoria externa” de bolsillo cada vez que sea necesario.
Sin embargo, más seguro que las fotografías, son los tatuajes que se ha hecho en diferentes partes de su cuerpo. Las fotografías se pueden perder, deteriorar y romperse; pero las grabaciones en su cuerpo le permitirán conservar las verdades consigo aun con el paso del tiempo. Solo así puede cumplir la misión que se había propuesto: vengar la muerte de su esposa.

Tan rápido como vi las inscripciones de Leonardo en su cuerpo, recordé las palabras de la Biblia, donde nos indica que grabemos las enseñanzas de Dios en nuestro corazón, en nuestra frente y hasta en los postes y puertas de nuestras casas; por amor a la verdad y perdurabilidad de sus enseñanzas.
Si bien la dificultad de Leonardo era a causa de una enfermedad; no es necesario llegar al extremo de la amnesia para coincidir en que la memoria no es buena consejera a largo plazo, y tiene gran fragilidad a la hora de recordar con precisión dichos y hechos. Por eso, nada mejor que tener un registro por escrito de lo que se quiere conservar. Nada mejor que contar con una Biblia siempre a mano.