La Cruz: Antes y DespuésMuestra
Equipado
La mayoría de los viajes comienzan antes de empezar. Cuando salimos de vacaciones, solemos dedicar tiempo a empacar las cosas necesarias para el viaje. Intentamos asegurarnos de que estamos equipados para nuestro viaje. De lo contrario, es probable que no tengamos las provisiones adecuadas. Como creyentes en Cristo, no estar preparados para lo que vamos a enfrentar es un problema importante.
Después de que Jesús resucitó de entre los muertos, antes de ascender al cielo, Jesús quería que Sus seguidores estuvieran preparados para el viaje de la vida que les esperaba. Se ha dicho que la Iglesia es "el plan A de Dios" para asegurarse de que todo el mundo conozca la gracia salvadora de Jesús y que no hay "plan B".
Jesús quiso asegurarse de que Sus seguidores estuvieran preparados para su viaje. Lo primero que hizo Jesús fue asegurarse de que creyeran de verdad. Les mostró sus manos y sus pies. Les dijo que lo tocaran para probar que era real. Pasó tiempo asegurándose de que entendían las escrituras y el significado de todo lo que veían y experimentaban. Luego les dijo que esperaran en Jerusalén para la preparación final que necesitarían. Les dijo que recibirían una promesa de Dios, que vendría el Espíritu Santo para llenar sus vidas.
Después de la Cruz, después de encontrarnos con Cristo en una creencia genuina, debemos estar equipados para nuestro viaje a través del plan A de Dios. Jesús proporciona los recursos que necesitamos. Es interesante que Jesús le dijera a Pedro "apacienta mis ovejas" después de haberle dado de desayunar y de haberles proporcionado una abundante provisión de pescado. Es significativo que no habían pescado nada por sus propios medios, pero tuvieron abundancia al hacer lo que Jesús les dijo que hicieran.
Esto fue un recordatorio físico y tangible de una gran verdad espiritual. Aparte de permanecer en Cristo, no podemos hacer nada, pero con Dios, todo es posible. Dios promete que el Espíritu Santo, la presencia misma de Dios, llenará nuestras vidas. Esto nos proporciona el poder de Dios como recurso. Es un poder que nos permitirá resistir la tentación y vivir una vida como la de Cristo. Es el poder que nos permitirá ser testigos fructíferos y eficaces de Cristo. Es el poder que nos equipa para el viaje de nuestra vida. Al permanecer en Cristo, podemos estar continuamente llenos de Su Espíritu, equipados para lo que nos espera.
Escrituras
Acerca de este Plan
La Pascua es un encuentro, un momento en el que experimentamos la esperanza y el amor de un Salvador que sacrificó Su vida por nosotros, a pesar de nuestras más profundas luchas, traiciones y fracasos. La Pascua es un momento para compartir la Buena Noticia de la tumba vacía y la gracia que sólo se encuentra en el Salvador resucitado.
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Nos gustaría agradecer a International Leadership Institute por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://ILITeam.org/