Falsa Identidad: Conoce Tu Verdadera IdentidadMuestra

¿Qué es identidad fragmentada?

Imagina que estás frente a una vasija muy hermosa y de gran valor. La vasija más impresionante, llena de detalles y resplandor. Al verla puedes apreciar su estima, delicadeza y belleza. Verla te es suficiente, porque tocarla pudiera fragmentarla. ¡Imagina!, sería terrible echar a perder tal artículo de belleza y esplendor.

Mientras la observas, otra persona también la observa, pero no aprecia lo que tú aprecias. Solo ve un artículo práctico, de uso limitado. Sin mucho sentido. La toma en brazos, la mira con despreció y en un descuido la deja caer al suelo. La pieza se rompe y ya no es apreciada con la hermosura que le distinguía. Tu corazón queda dolido al ver que la otra persona, sin ningún interés, ni arrepentimiento se aleja de la escena como si allí nada hubiera ocurrido.

¿Te suena familiar la historia de esta vasija? ¿Alguna vez has sentido que te han lanzado al suelo, sin reparos, dejándote fragmentada? ¿Has visto cómo otros desprecian tu verdadera belleza y valor? ¿Crees que los fragmentos de la vida han robado tu esplendor?

Es probable que sin darte cuenta hayas adoptado una identidad fragmentada. Una identidad falsa que se basa en características llenas de heridas, resentimientos y falta de valor. Es probable, que al igual que esta vasija no hayas sido amada, valorada, estimada y cuidada como lo merecías. Posiblemente con desprecio te lastimaron y los fragmentos gritan:“¡Así eres!”, ocultando tu verdadera identidad. Pudiera ser, que como esta vasija, hayan intentado derrumbarte, opacarte o limitarte. Quizás, hoy te definen tus fragmentos y no tu verdadero corazón. Si es así, quiero decirte algo.

Amiga, ¡sé valiente! Esa no es tu identidad, tú no eres esa mujer cargada y fragmentada. Tú no eres un montón de heridas, tú no eres la que está en el suelo derribada, no lo eres. Esa no es tu verdadera identidad. Eres mucho más. Tienes valor, eres hermosa, maravillosa, soñadora, asombrosa y digna de admirar. Tú eres hija de un Dios Todopoderoso, heredera junto a Jesús. Te invito a que te deshagas totalmente de esta identidad falsa y abraces, de una vez y por todas, tu identidad eterna que la encontrarás únicamente en quien te creó. Dios, tu eterno Salvador.

Oremos juntas: Señor Jesús, por mucho tiempo he creído que soy lo que las heridas de la vida me han dicho que sea. En el camino perdí mi identidad con fragmentos de dolor olvidando mi esencia en Ti. Te pido que me ayudes a encontrarme nuevamente. En Tu nombre Jesús, amén.