El Béisbol y la Biblia: Edición de la Serie MundialMuestra

Rivera Encuentra Consuelo Y Verdadero Propósito en Versículo Fundamental del Nuevo Testamento

Séptimo juego (Noviembre 4, 2001): Diamondbacks de Arizona 3, Yankees de Nueva York 2

Mariano Rivera estuvo ahí antes – incontables veces. Solo ese año, más de 50 veces, entró en la novena entrada con una ventaja de 3 carreras o menos y apagó a la oposición.

Y cuando Rivera se paró sobre el plato en el Bank One Ballpark en el séptimo juego de la Serie Mundial del 2001, nadie, ni siquiera el más comprometido fanático de Arizona, esperó algo diferente.

Arriba, 2 a 1, parecía que los Yankees estaban por lograr otro titulo MLB – especialmente considerando las 7 semanas emocionalmente devastadoras que Nueva York y el resto de la nación habían soportado. El 9/11 seguía en la mente de todos y robó cámara de nuevo cuando el Presidente George W. Bush hizo el famoso primer lanzamiento en el estadio de los Yankees para el Tercer Juego de la serie. 

Pero luego, las cosas tomaron un giro inesperado. Mark Grace avanzó con un sencillo. Luego inexplicablemente Rivera lanzó un toque al campo central mientras intentaba hacer el out en la segunda base. Dos bateadores después (con un out en el tablero), Tony Womack logra un doble que empata el juego. Rivera oficialmente desperdició una de las más grandes oportunidades.

Mientras Luis González caminaba al plato con el corredor emergente, Jay Bell en posición de anotar, podía encontrarse escrito en su guante y sus zapatos: “Fil. 4:13”, una referencia del pasaje del Nuevo Testamento que Rivera seguido recordaba, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Rivera lanzó su característica cutter que podía hacer que muchos bateadores abanicaran y fallaran. Solo esa vez, González conectó un sencillo a la mitad – justo fuera del alcance del guante del segunda base Dereck Jeter.

Fue un vuelo difícil de regreso a Nueva York. Rivera no solo estaba consternado después de la pérdida, sino que notoriamente tenía miedo a volar. Después él reveló que fueron dos cosas al alcance de sus brazos lo que lo consolaron en ese largo viaje a casa – su esposa Clara y su Biblia. 

“Tengo que creer que cada lanzamiento que hago es el correcto y es un gran lanzamiento, y el que sigue hará el trabajo. Siempre, siempre”.  Rivera dijo una vez a ESPN.com. “Cuando hablo del Señor, no hablo sobre orarle a Él para que te dé lo que quieras. Las personas siempre oran por algo que quieren. El te dará lo que necesitas. Eso no significa que ganarás el juego. En realidad no tiene nada que ver con baseball”.

Rivera llegó a completar su carrera en el 2013, como el líder de todos los tiempos de salvamentos con un asombroso 652. Sin duda honrará el Salón de la Fama pronto. Pero su habilidad para lidiar con el triunfo y juicio, ganar y perder, puede encontrarse en su entendimiento del versículo poco conocido que precede el Filipenses 4:13 – un versículo que fue escrito por el Apóstol Pablo cuando estaba en arresto domiciliario.

“Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco.”. (Filipenses 4:12)

Aunque no siempre es un versículo sencillo de vivir, Rivera ciertamente se benefició durante su carrera (y en particular durante el Séptimo Juego de la Serie Mundial del 2001) gracias a las palabras firmes de Pablo llenas de sabiduría.