Soy de Él

No tan solo formamos parte de un pueblo de hijos dispuestos, sino que también somos de Él. Si no estuvieras, algo no estaría completo.

Pertenecemos a Él por amor, y para amor. Aunque a veces queramos ser parte de un grupo, lo primero y más importantes es ser de Él. Entregarnos por completo al Amado. Y todo Él es nuestro.

Para ser de Él, hubo una obra redentora, que de una nos hizo cercanas. Una obra que es insustituible. Hecha una vez para todos. La obra de amor de Jesucristo. Pero, ¿para qué lo hizo? Para hacernos cercanas. Para vivir la vida que el Padre tiene reservada para sus hijos.

No perteneces a otra cosa, que no sea al Amado. Por lo tanto, opiniones, prejuicios, pensamientos no pueden interferir, ni separarte del Amado.

Oración de hoy:

Yo soy Tuya, y Tú eres mío. Gracias Amado de mi alma por hacerme cercana. Porque soy Tuya y como tal, cuidas de mí. Porque eres mío y como tal te honro con lo que soy. No tengo que hacer muchas cosas para ser Tuya, simplemente te pertenezco porque así Tú lo quisiste. Te amo Dios.