Corazón AdoradorMuestra
Lo que significa un corazón adorador
Recuerdo la emoción que sentí la primera vez que vi y escuché, en una ecografía, el corazón de mi hija mayor. ¡Qué increíble fue aquel momento! Un pequeño y tierno corazoncito lleno de ansias por vivir, queriéndome gritar por sí mismo: «¡Estoy aquí!».
No puedo dejar de imaginar el momento en el que Dios sopló Su aliento en el primer hombre. El corazón de aquella criatura empezó a latir, la sangre se puso en movimiento recorriendo todo su cuerpo y Adán, esa mezcla de polvo y agua de manantial, cobró vida, mientras el Creador escuchaba esos primeros latidos.
¿Te has puesto a pensar lo maravilloso que es el corazón? Según la Palabra de Dios, más allá de la complejidad física del corazón como órgano, este envuelve todo lo que somos en nuestro interior; es el centro de la vida mental y espiritual del ser humano, y en él suceden las cosas antes de que se manifiesten. Por tanto, involucra, en su totalidad, nuestro intelecto, nuestra voluntad y nuestras emociones.
Desde el punto de vista bíblico, el corazón, como centro, tiene diferentes funciones que debemos comprender, pues esto nos ayudará a un mejor entendimiento del mismo. De esta forma, cada vez que leamos la palabra corazón en la Biblia, podremos identificar fácilmente a qué se refiere. Veamos algunas de estas funciones, principalmente en sus aspectos mentales, emocionales y espirituales:
- Pensamos, meditamos y creemos con el corazón (Mateo 9:4; Lucas 2:19; Romanos 10:10).
- El corazón representa el centro de la voluntad humana (Hechos 11:23).
- El corazón es también el centro de sentimientos y emociones (Juan 16:22; Isaías 65:14).
Además, las Escrituras nos enseñan que con el corazón debemos amar a Dios. Lo interesante es que no se queda ahí y hace un énfasis muy especial. Léelo conmigo:
"Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento" (Marcos 12:30).
Este verso nos muestra con detalle la manera en que debemos sentir y expresar la más sublime adoración a Dios. Nada queda fuera de este contexto, es tan amplio que lo abarca todo.
Entonces, ¿es nuestro corazón importante para Dios? Por supuesto que lo es. Por eso, las Escrituras expresan claramente su deseo por nuestro corazón. Es nuestra responsabilidad responder al deseo de Dios, rindiendo nuestro corazón a Él en adoración.
Acerca de este Plan
Dios quiere la adoración de Sus hijos. Este es el llamado de Su corazón al nuestro; este es Su anhelo más profundo. Si quieres que Dios encuentre en ti un corazón adorador, por encima de las tradiciones y costumbres, este plan de lectura es para ti.
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