¡Crucificado, sepultado y resucitado!Muestra
Él ha resucitado – ¡Vengan y vean!
Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor (Mateo 28:1-6).
Vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro: Ellas fueron a terminar la preparación del cuerpo de Jesús, que había sido interrumpida por el día de reposo (Lucas 24:1-3). Así que, pasado el día de reposo, en domingo (el primer día de la semana), fueron al sepulcro, esperando encontrar el cuerpo muerto de Jesús.
No está aquí, pues ha resucitado: Por primera vez, los seguidores de Jesús, esas mujeres fieles, oyeron lo que no esperaban oír. Oyeron que Jesús no estaba en la tumba, sino que había resucitado.
Hay varios ejemplos en la Biblia de personas resucitadas antes de esto, como el hijo de la viuda en los días de Elías (1 Reyes 17:17-24) y Lázaro (Juan 11:38-44). Cada uno de estos fue resucitado de la muerte, pero ninguno de ellos fue resucitado para siempre. Cada uno de ellos fue resucitado en el mismo cuerpo en el que murieron, y resucitados de entre los muertos para finalmente morir de nuevo.
La resurrección no es solo volver a vivir; es volver a vivir en un cuerpo nuevo, basado en nuestro antiguo cuerpo, perfectamente adecuado para la vida en la eternidad. Jesús no fue el primero que resucitó de entre los muertos, pero sí fue el primero que resucitó para siempre.
Jesús sigue resucitado. Ascendió al cielo y sigue reinando como resucitado, todavía plenamente hombre y plenamente Dios.
Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor: La piedra no fue removida para dejar salir a Jesús. Juan 20:19 nos dice que Jesús, en Su cuerpo resucitado, podía atravesar barreras materiales. La piedra fue removida para que otros pudieran ver y persuadirse de que Jesucristo había resucitado de entre los muertos.
La realidad de la resurrección es lo suficientemente clara. También debemos lidiar con el significado de la resurrección. Dicho de manera sencilla, la resurrección de Jesús demostró que Su muerte era una propiciación real por el pecado y que el Padre la había aceptado como tal. La cruz fue el pago, la resurrección el recibo, demostrando que el pago había sido plenamente aceptado.
Más tarde, las mujeres se sintieron agradecidas de que el ángel les dijera que vieran el lugar donde fue puesto el Señor. Hubiera bastado, debería haber bastado, con escuchar el testimonio del ángel. Sin embargo, cuando lo vieron, esto les dio una evidencia aún más firme.
· Cuando vemos el lugar donde fue puesto el Señor, vemos que el Padre no abandonó a Jesús.
· Cuando vemos el lugar donde fue puesto el Señor, vemos que la muerte ha sido conquistada.
· Cuando vemos el lugar donde fue puesto el Señor, vemos que tenemos un amigo vivo en Jesús.
Basado en el Comentario Bíblico de Enduring Word de David Guzik.
Escrituras
Acerca de este Plan
La muerte, sepultura y resurrección de Jesús son esenciales para la fe cristiana. Acompaña al pastor David Guzik en el estudio de varios pasajes bíblicos que describen el cumplimiento de la Palabra de Dios en estos acontecimientos y el poder de la resurrección de Jesús en nuestras vidas. “Estas cosas han sido escritas para que creáis en Jesús, el Hijo de Dios, y tengáis vida en su nombre”.
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Nos gustaría agradecer a Enduring Word por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://es.enduringword.com/