Activos Para El Reino De DiosMuestra

No hay tiempo que perder

Por lo general la mayoría de las personas programan un despertador para que los despierte y así comenzar el día. Nuestras apps nos notifican constantemente de la interacción de algún seguidor, de un like recibido en nuestras redes sociales, reacciones a las historias que publicamos, y cada alerta nos hace tener contacto con la aplicación. Ya sea tu alarma o red social, la campanita está activada y está lista para avisarte que debes ingresar y dar tu tiempo en ese mismo instante, no hay tiempo que perder.

Luego del tiempo de descanso nocturno nos espera un arduo día de trabajo en el cual deberemos vivir conforme a la voluntad del Señor, conforme al Evangelio que nos lleva a obedecer y caminar en santidad y en dependencia del Espíritu Santo.

Así como el Evangelio cambió nuestras vidas para ser activos en el reino de Dios, debemos comportarnos como tal, en nuestro día a día. Si antes te costaba pedir perdón hoy debes hacerlo. Si antes te gustaba hacer el mal, hoy debes aborrecer esa actitud, debes amar y hacer el bien.

Teniendo en cuenta que en la cruz se ha hecho un sacrificio por ti. Jesús murió por ti y no fue en vano, recibiste una dosis de gracia de parte de Cristo, que a pesar de no merecerlo Él se ofreció a morir por los pecados de la humanidad. Su perdón es incondicional.

Nuestra Biblia, la Palabra de Dios está llena de notificaciones diarias para nuestra vida y es necesario responder a todas ellas y no saltarnos ni un solo día, pues la alarma seguirá sonando y debemos apagarla. Debemos marcarlo como leído, debemos escuchar ese mensaje de voz, dejando de posponer la revisión, el estudio y la práctica siendo hacedores de su voluntad teniendo la intención correcta.

Hace unos días vi un video cómico donde una persona se presentaba como “empesador y dejador de gimnasios” siempre se inscribía a un gimnasio pero al día siguiente ya lo abandonaba.¿Cuántas veces abandonamos actividades que edifican? Nos convertimos en profesionales de comenzar con algo y dejarlo al momento, con planes, estudios, trabajos. No logramos conseguir culminar algo que nos proponemos a comenzar porque no hay voluntad de parte nuestra y un creyente sin voluntad en un mundo que te exige voluntad para con sus cosas es un peligro.

Nos proponemos a iniciar un día conforme a las Escrituras pero demostramos orgullo en nuestra vida diaria, seguimos con discusiones en el hogar, en las iglesias. Es necesario escudriñar las Escrituras, humillarnos, arrepentirnos, el Señor obrará por medio de su espíritu en tu vida. Debes dejar de enfocarte solo en ti mismo y solo verte bien, ¡y entender que la razón de todo es Dios! Debes dejar de ser superficial en cuanto a tu vida espiritual, hay muchos grandes conocedores de verdades bíblicas pero el Evangelio solo ha llegado a sus mentes y no a sus corazones.

No hay tiempo que perder, es importante que tu prioridad de vida sea tu tiempo de estudio de la Palabra. Tu tiempo de oración, tu tiempo de congregación, tu tiempo de servicio, tu tiempo es el tiempo de Dios, tu vida le pertenece a Él y debe ser una grata ofrenda para tu Señor. Una vida nutrida en el Espíritu Santo, que no tiene ningún pendiente de notificación no abierta, todo lo abre, todo lo escudriña, lo guarda en su corazón para vivirlo.

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