Devocional Del Día | FebreroMuestra

Hacer las cosas de corazón

Marcos 14:3-9

Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza. Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? Porque podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella. Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho. Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que esta ha hecho, para memoria de ella.

En este pasaje podemos observar como una mujer con agradecimiento en su corazón, vino con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrándolo lo derramó sobre la cabeza de Jesús, este acto estaba representando para Jesús un ungimiento anticipado para su sepultura, sin embargo, este acto de adoración provocó que algunos se enojaran dentro de sí, expresando lo siguiente: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? Porque podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella.

Proverbios 21:22 dice: Todo camino del hombre es recto ante sus ojos, pero el Señor es el que examina los corazones.

Debemos tener presente que Dios conoce las intenciones de nuestro corazón en todo lo que realizamos.

Medita: ¿He comprendido que Dios examina mi corazón?