Un lenguaje desconocido

“Si hablare lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, seré como un címbalo que retiñe” (1 Corintios 13:1).

Hace unos meses visitamos diferentes países con mi familia y uno de estos lugares hablaban un idioma totalmente desconocido para mí. Fue un poco intimidante escuchar a las personas a mi alrededor tener conversaciones que no entendía en absoluto. Escuchar o pedir direcciones era todo un reto. Gracias a la maravillosa tecnología logre escanear avisos, textos y pasarlos a un idioma que yo pudiera entender.

Esto me recordó que el amor a veces se torna en un lenguaje desconocido cuando no conocemos la fuente. Aveces andamos por la vida como yo en mis vacaciones con un escáner tratando de descifrar que quiere decir cada cosa o hacia donde debemos llegar cuando se trata de amar a otros. El escáner me permitía entender textos, pero no me hacía hablar el idioma.

Conocer la fuente del amor implica conocer a Dios. Hay muchas formas de demostrar amor hacia otros, pero sin tener una relación con Dios estaremos tratando de descifrar en nuestras fuerzas que debemos o como debemos demostrar este amor. Una de las características de aquellos que seguimos a Jesús es el amor. Que importante es recordar las palabras de Jesús cuando dijo: Y, por esto los conocerán, si tuviereis amor los unos por los otros. En muchas ocasiones nos preguntamos, por qué las personas no quieren saber nada del cristianismo, ¡Auch! ¿Será que no estamos siendo conocidos por el amor?

Creo que uno de los desafíos más grandes que he tenido en mi trabajo ministerial es en recordarles a los demás que debemos amar por encima de todo, y para esto no podemos amar en nuestras fuerzas, en nuestra propia interpretación del amor; debemos diaria y constantemente ir a la fuente del amor. El amor viene primero que las normas, el amor viene primero que el cambio, es más podría decir que sin amor tal vez no veras un cambio. Quién ama como Jesús realmente logra tener un impacto más duradero en la vida de los demás que aquel que exige vivir como Jesús.

Hoy mi invitación es que regreses a la fuente de amor para expresar al mundo ese amor por el cual seremos conocidos. Pídele a Dios por ideas creativas para amar aquellos que necesitan ver ese amor en evidencia. Invítales a un almuerzo, envíales un mensaje de agradecimiento, bendice su vida de una forma que realmente haga eco que el amor de Dios es constante y manifestado en tu vida, de esta manera podrás lograr que Cristo sea conocido a otros.