Amor ÁgapeMuestra

El amor Ágape levanta al caído.

“El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.

“Y ante todo, tengan entre ustedes ferviente amor; porque el amor cubre multitud de pecados”.

“El verdadero amor echa fuera el temor”.

Leyendo estos versículos, me vino a la memoria las ocasiones en las que presencie la confesión que debían hacer las personas frente a todos los miembros de determinada comunidad de fe, para pedir el perdón a todos.

Recuerdo un caso en concreto, cuando la persona luego de confesar su pecado, que se bajó del escenario, tomó sus pertenencias, subió a un auto, lo llevaron a su casa para nunca más volver a la iglesia. Obviamente por vergüenza y rechazo que sufrió, lo más probable es que nunca más volviera a pisar una iglesia.

Creo que esta costumbre no es saludable ni es acorde a lo que Dios quiere que hagamos, tanto cuando nosotros pecamos como cuando nuestro prójimo lo hace.

Jesús dejó muy claro de diferentes formas, que el pecado se confronta con la verdad, PERO EN AMOR.

Esto significa, cubrir a la persona como la gallina cubre a sus pollitos con sus alas para protegerlos, cubrimos con amor a la persona que pecó, no con la connotación de justificarle ni para suavizar lo que hizo, sino con la intención de protegerlo del juicio y de la acusación de los demás, nuestra tarea es levantarlo, devolverle su identidad en Jesús y ofrecerle un camino para la restauración de su alma.

Hay una tendencia en el ser humano de apuntar con el dedo del juicio, y tratar a los caídos como lo hicieron aquellos fariseos hacia la mujer adúltera, listos para lanzar piedras.

Leamos lo que Jesús les dice: “Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra, querida mujer, ni yo te condeno, ve en paz y no peques más”.

Pero insistimos en que el pecado debe ser confrontado a través del miedo, únicamente así podremos “controlar” a las personas, porque tendrán miedo de pasar vergüenza y de lo que pensarán los demás. Pero, ¿tiene sentido no querer pecar solo por miedo a las personas?

El amor Ágape es aquel que “viene al rescate” en los peores momentos, aun estando en medio del barro y del lodo de nuestro pecado, Jesús viene para levantarnos, restaurarnos y devolver nuestra identidad y no para acusarnos.

Esto es amor verdadero, cuando lo comprendemos tendremos más misericordia con los demás.

Oremos juntos: “Papá Dios, abre mis ojos espirituales para poder ver el verdadero amor, muéstrame como reaccionaste frente a las personas que pecaron y enséñame a caminar como tú lo hiciste. Quisiera que borres todas esas acusaciones del enemigo que de repente vienen a mi mente y me hacen dudar de tu amor, o me hacen tener miedo. Yo sé que me amas y no me dejarás, así como estoy, quieres cambiar mi corazón, quieres restaurar y devolver todo lo que el enemigo me quitó. Te pido que me limpies, que purifiques mi alma, llévate toda culpa, vergüenza y miedo, y dame un corazón alegre, compasivo y lleno de amor hacia los demás. Amén.