Cómo superar las mentiras sobre el sexoMuestra

El sexo no es lo máximo

Hay ciertas abejas macho cuya función principal en la vida es aparearse. Están literalmente diseñadas para ello, y después de cumplir su función de apareamiento, mueren. Eso es todo. Toda su vida está ligada al acto sexual procreativo. Los humanos difieren enormemente de las abejas en muchos aspectos, pero especialmente en este. Ninguno de nosotros está hecho para el sexo. El sexo es un don bueno y hermoso de Dios, pero no es algo definitivo. Ni siquiera es algo necesario. Las necesidades reales para la supervivencia de cualquier individuo humano concreto son la comida, el agua, el sueño y el hogar, no el sexo. Comprender esto es importante, sobre todo cuando pensamos en el matrimonio y la soltería.

Cuando tratamos el sexo como la experiencia suprema, el sexo y el matrimonio pueden confundirse como un gran logro. Esto, de forma intencional o no, tiende a poner a los casados en lo alto y a hundir a los solteros. Cuando el matrimonio se convierte en el fin supremo de la realización humana, los cristianos solteros pueden sentir que su valor se ve disminuido de algún modo. Pero la Biblia describe tanto el matrimonio como la soltería como formas iguales de honrar a Dios. Una no es mejor que la otra.

A algunos nos cuesta reconocer el valor de la soltería. Por las razones descritas anteriormente y otras más, la soltería puede tener mala reputación, pero es importante que recordemos algunas cosas. En primer lugar, toda persona experimenta la soltería en algún momento de su vida. Algunas pueden estar solteras toda su vida. Todo el mundo experimenta la soltería antes del matrimonio, y algunos la experimentan tras la muerte del cónyuge. La soltería es una experiencia común, y no debemos avergonzarnos ni hacer que nadie se avergüence por ser soltero. En segundo lugar, muchos personajes de la Biblia eran solteros. Jesús era soltero. Lázaro, María y Marta eran solteros. Pablo era soltero.

Pablo deja claro en 1 Corintios 7 que tanto el matrimonio como la soltería son dones de Dios. No eres menos espiritual si eres soltero, ni más espiritual u obediente a Cristo si estás casado. Tu principal propósito en la vida, seas soltero o casado, es amar a Dios y amar a los demás. Sea cual sea la estación en la que te encuentres, debes saber que Dios está utilizando tus circunstancias para atraerte hacia Él y hacer que te parezcas más a su Hijo.

Pensamiento del día: Daré gracias a Dios por la estación de la vida en la que me encuentro. También procuraré amar a Dios y a los demás a través de las bendiciones y limitaciones de mi vida, tanto si soy soltero, casado, divorciado o viudo.

Para obtener más ayuda y recursos sobre cómo superar las luchas emocionales y relacionadas con la salud mental, consulta: resolutionmovement.org.