Conozco bien sus penurias

El texto de hoy nos da un vistazo del corazón compasivo de Dios. Luego de haber “visto” y “oído”, Dios no se mantuvo distante, sino que la tristeza y el dolor del pueblo lo conmovieron. La palabra “conozco” en este versículo tiene un enfoque activo en su pueblo. Significa preocupado, dedicado, absorto. Son términos que nos retratan un profundo compromiso emocional. La Palabra de Dios para Todos dice: “Estoy consciente de su dolor”. Ese conocimiento e interés que llevarían a Dios a la acción.

Lo vemos en Jesús cuando caminaba junto a las personas y en muchas ocasiones actuó ante situaciones de necesidad y dolor. Con nuestro estilo de vida acelerado, es fácil “no ver” y “no oír” a la gente, incluso aquellas personas con las que interactuamos a diario. Y sin embargo, todos necesitamos contar con alguien que crea en nosotros, que nos respalde, que nos escuche —alguien con quien desahogarnos, con quien conversar, con quien orar.

Reflexión

Hay miles de maneras pequeñas en las que podemos expresar nuestro amor e interés. Identifica a una persona a quien conoces y reflexiona en oración acerca de cómo puedes reaccionar a su necesidad o su dolor. Aquí algunas sugerencias de acciones amables.

• Confecciona algo especial para la persona
• Dibujen juntos y decoren juntos la habitación de la persona
• Jueguen algo juntos
• Prepárale su comida favorita y compártela
• Dediquen un tiempo a conversar, orar y leer las Escrituras

Oración

• Orar: juntos y el uno por el otro sobre temas que preocupan a cada uno.
• Orar: pidiendo estrategias prácticas para poder expresar amor y cuidado a los niños y jóvenes a quienes ministran.
• Orar: por personas que se encuentran en situaciones difíciles.
• Orar: por el ministerio en países donde viven retos y opresión.