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Escrito por Gabi, 21 años, de Hull, Iowa, EE. UU.

Como cristiano, puede ser difícil saber qué es y qué no es exactamente útil para nuestra fe. ¿Con qué actividades debo estar de acuerdo? ¿Puedo ser amigo de alguien que no es cristiano? ¿Puedo ver ese programa, escuchar esa canción o ver esa película? Cuando luchamos con estas preguntas, podemos encontrar consuelo en los pasajes bíblicos. Las palabras de Pablo nos guían para ver que Dios puede renovar o cambiar nuestra forma de pensar. No tenemos que intentar cambiarnos a nosotros mismos o comportarnos para creer, sino que podemos dejar que Dios nos cambie. Podemos dejar que Dios renueve nuestra forma de pensar y nuestra forma de elegir vivir. Cuando confiamos en el Espíritu de Dios para que nos guíe, podemos confiar en que las decisiones que tomamos y la forma en que vivimos son buenas y agradables para Dios.

Piensa en algunas formas en las que te sientas presionado por el mundo que te rodea para saber lo que está bien y lo que está mal. Tómate un tiempo para buscar asesoramiento sobre estos temas. Búscalos en los pasajes bíblicos, ora sobre ellos o habla con un adulto de confianza o con el líder del grupo pequeño. Con cada una de ellos, pide a Dios que te muestre lo que es bueno y agradable para tu vida, basándote en la guía de Dios.