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Reconocer nuestros pecados
Ten tu Biblia abierta en Nahum 3:5-9
¿En algún momento te has sentido humillado en público?
En ocasiones, nos enfrentamos a circunstancias difíciles que pueden hacernos sentir vulnerables y expuestos. Recordemos que, como hijos de Dios, debemos confiar en que Dios nos protegerá y nos guiará en tiempos difíciles.
Consideremos esta oración: «Te levantaré las faldas hasta el rostro». Es un claro ejemplo de humillación pública. Históricamente, los hombres han humillado y deshonrado la desnudez de las mujeres. Dios juzgará nuestros pecados de la misma manera que juzgó la contaminación de Nínive.
Debemos ser conscientes de nuestros pecados y tomar medidas para cambiarlos.
La caída de Nínive nos enseña que la arrogancia y el orgullo pueden conducir a la ruina. Debemos ser humildes y vivir nuestras vidas de acuerdo con la voluntad de Dios, no la nuestra. Solo así podemos lograr vidas llenas de felicidad, paz y equidad. Dios no es solo el Dios del amor y la misericordia, sino también el Dios de la justicia, como se nos recuerda en su Palabra.
(Éxodo 15:13) “En tu misericordia has guiado al pueblo que has redimido; con tu poder los has guiado a tu santa morada”.
Además, podemos entender el valor de ser humildes. Dios es un Dios justo, que no puede pasar por alto el pecado y la maldad. Aunque Nínive era una ciudad grande, su poder no se comparaba con el de Dios. Tenemos que aceptar que no somos nada y que dependemos de Dios.
Lucas 17:10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha ordenado, decid: "Siervos inútiles somos; hemos hecho sólo lo que debíamos haber hecho".
Cuando recuerdes que nuestra verdadera fortaleza viene de Dios, podemos aplicar estos versículos en nuestra vida diaria. Debemos buscar la guía de Dios en nuestras decisiones y confiar en Él para nuestra protección en lugar de confiar en nuestra influencia personal o en las alianzas que hemos forjado.
Además, podemos orar por aquellos que todavía creen en la fuerza y el poder del mundo para que encuentren la verdad y la verdadera fe en Cristo. Podemos ser testigos de la verdad de Dios y enseñar a los demás a confiar en Jesús en lugar de en las cosas materiales.
El tiempo a solas con Dios nos permite renovar nuestro espíritu y recargar nuestras energías espirituales.
Acerca de este Plan
El mensaje de Nahum se puede aplicar a nuestra vida actual. Podemos estar seguros de que Dios es fiel y está presente para nosotros cuando estamos pasando por momentos difíciles. Él es nuestra seguridad y nuestra fortaleza. Pero, debemos tener en cuenta que Dios es justo y juzga el mal. Necesitamos arrepentirnos y pedir su gracia y perdón si estamos viviendo en desobediencia a Dios.
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Nos gustaría agradecer a Beatriz, La Mochila de Jesús por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://beatrizlamochiladejesus.godaddysites.com
