Las consecuencias de la iraMuestra

La ira y nuestro descanso

Las personas airadas, por lo general, no están en la capacidad de experimentar paz interior. Aunque su ira se dirija a una sola persona o situación, se extenderá a otras áreas. No se puede compartimentar. La ira contaminará todos los aspectos de la vida de una persona.

Esto se hace bastante evidente cuando se trata de tener un descanso adecuado. El cuerpo se rejuvenece durante el sueño: las células viejas son reemplazadas por otras nuevas, los niveles hormonales se requilibran y los tejidos se limpian de toxinas. La mente también se renueva. El sueño tiene tantos beneficios que no es posible mencionarlos todos aquí.

Pero la ira puede alterar los patrones de sueño e impedir que las personas obtengan el descanso nocturno que necesitan. ¿Le mantiene despierto por la noche pensar en alguien debido a sus comentarios insultantes o críticos sobre usted? ¿Se enfrenta a una situación que le frustra tanto que no puede olvidarla? ¿Se encuentra dando vueltas y vueltas en la cama por lo que alguien hizo o dijo?

Lo frustrante es que, cuando por fin se queda dormido, usted puede pensar que su ira se ha resuelto por completo y que, por lo tanto, ha desaparecido. Pero no es así. Su ira no ha desaparecido. Tan solo se ha trasladado a su subconsciente, donde se cocinará y fermentará. La ira volverá a aparecer. No es una cuestión de si sucederá de nuevo, sino de cuándo.

La Biblia nos dice con claridad: "No se ponga el sol sobre vuestro enojo" (Efesios 4.26). En otras palabras, no se vaya a la cama enojado. Deshágase de cualquier enojo antes de quedarse dormido. Lo que usted alimenta en su mente se procesa durante toda la noche de una manera que contribuye o resta a su bienestar.

Si sus últimos pensamientos antes de dormirse son de gozo y agradecimiento, de paz en su relación con Dios y de entusiasmo para el día siguiente, es probable que duerma bien y se despierte renovado, con energías y listo para afrontar los retos que le esperan. Si sus últimos pensamientos antes de dormir están caracterizados por amargura, venganza, odio e ira, lo más probable es que tenga una noche de sueño agitado y se despierte sintiéndose agotado, letárgico y con poca energía motivadora para enfrentar el día que tiene por delante.

Durante años he animado a la gente a orar y a leer la Biblia, sobre todo los Salmos, como las dos últimas cosas que deben hacer antes de irse a la cama por la noche. Leer las Sagradas Escrituras y hablar con Dios son los dos mejores remedios que conozco para el sueño.

La lectura de la Biblia nos llena de verdad positiva y eterna. Nos hace conscientes del hecho de que Dios está, ha estado y siempre estará en control de cada aspecto de nuestras vidas. Cuando ese conocimiento se convierte en parte de nuestro pensamiento noche tras noche, crea una profunda sensación de confianza. Los problemas menores de la vida no tendrán mucho impacto, y los mayores podrán tomarse con calma. Veremos cada problema y cada oportunidad en el contexto de la voluntad de Dios, y de su plan y su propósito eternos para nuestras vidas; y cada situación y circunstancia podrán verse en el contexto del amor perdurable y de la gracia asombrosa del Padre celestial.