Construyendo Proyectos Con DiosMuestra
Ahora que hemos discernido la voluntad de Dios para nuestro proyecto, quisiera trasladarte la importancia de la fe y la obediencia en el proceso. Como pilares fundamentales para ejecutar tu proyecto con Dios, esto será para ti un verdadero desafío. Es dar el paso de actuar conforme a esa dirección. Aquí es donde muchos titubeamos, porque la fe y la obediencia no siempre son fáciles. Déjame decirte algo, son absolutamente necesarios.
Empecemos por la fe, Hebreos 11: 1 nos dice que la fe es la certeza de lo que se espera la convicción de lo que no se ve. En otras palabras, la fe es confiar en lo que Dios te ha mostrado, incluso cuando no puedes ver el resultado final. Esto es clave, porque muchas veces Dios nos llama a dar pasos de fe en terrenos inciertos. Te pide que confíes en Él, incluso cuando no tienes todos los detalles o cuando las circunstancias parecen contradecir a la promesa que Él te ha dado. Piensa en Abraham, Dios le pidió que dejara su tierra, su familia, todo lo que conocía, para ir a un lugar que Él le mostraría. Abraham no tenía un mapa, no sabía exactamente a dónde iba, pero confió en Dios y obedeció. Fue esa fe la que lo llevó a convertirse en el padre de muchas naciones. ¿Te imaginas lo que habría pasado si Abraham hubiera decidido quedarse en su zona de confort?
A veces el mayor obstáculo entre nosotros y el propósito de Dios es nuestro temor a lo desconocido, pero cuando actúas en fe, le das a Dios la oportunidad de hacer cosas extraordinarias a través de ti. Por otro lado, la obediencia es la acción que sigue a la fe. Es decir, una cosa es creer que Dios te está llamando a hacer algo, y otra muy distinta es tomar el paso y hacerlo. La obediencia requiere humildad y disposición para seguir a Dios, incluso cuando su dirección no tiene sentido para nuestra lógica humana. Recuerda a Noé, quien construyó un arca en un tiempo donde no había ni rastro de lluvia. Porque obedeció a Dios, esa obediencia salvó a su familia y a la humanidad.
A veces, la obediencia te llevará a hacer cosas que otros no entienden, o que parecen ridículas desde un punto de vista humano. Pero cuando sabes que estás siguiendo la voluntad de Dios, puedes avanzar con confianza, porque la obediencia no es solo un acto de disciplina, es un acto de amor y confianza en quien te ha llamado a su propósito.
Es importante recordar que la fe y la obediencia van juntas, no puedes tener una sin la otra. La fe sin obras es muerta, como dice Santiago 2:26. La obediencia sin fe es simplemente conformismo, pero las dos juntas crean una combinación poderosa, que te permite ver la Mano de Dios, y moverse en tus proyectos de maneras que jamás habrías imaginado.
Un punto importante es que la obediencia a veces significa esperar, no siempre se trata de actuar de inmediato. Hay momentos en los que Dios te pedirá que esperes, que te prepares, que crezcas antes de avanzar. Eso también requiere fe, porque confiar en el tiempo de Dios puede ser una de las pruebas más grandes de todas las que habrás de superar en el proceso. No importa cuán incierto parezca el camino. Sigue avanzando con la confianza de que Dios está contigo, porque cuando actúas en fe, Dios honra esa fe, y cuando obedeces, aunque no entiendas completamente, estás diciéndole a Dios que confías en su plan, más que en tu propio entendimiento.
Acerca de este Plan
Poner a Dios primero, en nuestros proyectos, no significa hacer un ritual religioso, ni convertirlo a Él en una fórmula mágica. Me refiero a tener una relación profunda, una alianza con El Creador del universo, donde le das a Dios el lugar de honor y autoridad sobre todo lo que vas a emprender. En este punto, considero que muchos fallamos, iniciamos proyectos en nuestras fuerzas, con nuestras ideas, y cuando las cosas no salen bien, es cuando buscamos a Dios.
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Nos gustaría agradecer a TopCristianos por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://topcristianos.com/