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La Fe y la Confianza

La vida cristiana requiere una fe y confianza total en Dios. Proverbios 3:5-6 nos llama a depositar nuestra confianza completa en Él y a no depender de nuestra propia comprensión. Es un llamado a reconocer que Dios, en su soberanía y sabiduría, conoce mejor lo que necesitamos y lo que es mejor para nosotros.

La fe y la confianza no siempre son fáciles de mantener, especialmente cuando las circunstancias son adversas o cuando parece que Dios está en silencio. Sin embargo, es precisamente en esos momentos cuando más se nos llama a confiar en Él y en su plan perfecto. La Biblia nos muestra ejemplos de hombres que, a pesar de las dificultades, eligieron confiar en Dios, como Abraham cuando fue llamado a salir de su tierra sin saber a dónde iba (Hebreos 11:8), o Job, quien, en medio de su sufrimiento, pudo decir: “Aunque él me matare, en él esperaré” (Job 13:15).

En nuestra vida diaria, la fe y la confianza en Dios se reflejan en nuestras decisiones y en cómo manejamos las dificultades. Esto implica someter nuestros planes y caminos a Dios, confiando en que Él tiene el control y la sabiduría para guiarnos. En lugar de dejarnos llevar por nuestras propias ideas o buscar soluciones rápidas en nuestras fuerzas, debemos aprender a esperar en el Señor y a pedir Su dirección.

La confianza plena en Dios también se muestra en nuestra disposición para reconocerlo en todos nuestros caminos. Esto significa que nuestras decisiones, planes y acciones deben estar alineados con su voluntad revelada en las Escrituras. Cuando lo hacemos, Él promete enderezar nuestros caminos, guiándonos por el camino correcto y dándonos la dirección que necesitamos.

¿En qué áreas de tu vida necesitas confiar más en Dios y dejar de apoyarte en tus propias fuerzas? ¿Estás dispuesto a rendir tus planes a Él y reconocer Su señorío en todos tus caminos?

Oración

Señor, hoy venimos delante de ti reconociendo que muchas veces confiamos en nuestras propias fuerzas y en nuestro entendimiento. Te pedimos perdón por esos momentos en los que hemos dudado de tu sabiduría y dirección. Queremos aprender a depositar nuestra confianza completamente en ti, sin reservas. Ayúdanos a rendir nuestros planes y decisiones en tus manos y a buscar siempre tu guía en cada aspecto de nuestra vida. Danos la fe necesaria para confiar en que Tú estás en control, aun cuando no entendamos las circunstancias que nos rodean. Gracias porque, cuando confiamos en ti, enderezas nuestros caminos y nos guías con tu amor y misericordia. En el nombre de Jesús, Amén.