Ver Al Padre en El Hijo: Una Revelación Que TransformaMuestra

Creer en las obras: una fe que se activa
La fe que ve al Padre en el Hijo se convierte en acción que transforma el mundo.
Jesús comprende nuestras dudas. Por eso dice: Si no me creéis por mis palabras, creedme por las obras mismas. Dios no pide fe ciega. Él ofrece evidencia: su amor encarnado, su poder manifestado, su fidelidad demostrada. Las obras de Jesús son señales del corazón del Padre actuando en el mundo.
Hoy seguimos viendo esas obras: vidas restauradas, corazones transformados, cadenas rotas, familias sanadas. Cada acto de gracia es una señal del Dios que actúa.
Pero también hay un llamado: que tú y yo entremos en esa dimensión. Jesús dijo que haríamos las mismas obras que Él, y aún mayores (Juan 14:12). ¿Cómo? No en nuestras fuerzas, sino desde la fe que nace de verlo obrar y de conocer quién es Él.
La fe verdadera no es pasiva, es activa. No solo cree, también camina, ora, sirve, ama, se lanza. Las obras no nos salvan, pero revelan que hemos creído de verdad.
¿Estoy creyendo de tal manera que mis acciones reflejan las obras del Padre en mi vida diaria?
Escrituras
Acerca de este Plan

Este devocional explora la profunda declaración de Jesús en Juan 14:7–11: Jesús dijo: El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. Jesús nos exhorta a vivir desde esa revelación. Conocer a Jesús es conocer al Padre, porque Él es la imagen visible del Dios invisible. Jesús es la revelación perfecta de Dios. Jesús nos invita a conocer, a través de él, a Dios más íntimamente; experimentar su presencia, y reflejar su amor y poder en el día a día.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: vidaefectiva.com
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