EL NUEVO TESTAMENTO Según el Texto Bizantino 2005, ed. Robinson-Pierpont Usado con permiso Traducido Directamente del Griego Original por Louis R. Tyler, M.A., M.Div., Ph.D. Edición IV Revisada y Corregida Editado por Diane Morrell, Ruth Evelyn Fernández y Lawrence B. Windle, M.A., D.Th. INSTITUTO BÍBLICO RÍO GRANDE EDINBURG, TEXAS © 2014, 2016, 2019, 2021 EDITORIAL RÍO GRANDE EDINBURG, TEXAS

Segun el Texto Bizantino 2005

<div class="version vid3539 iso6393spa" data-vid="3539" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkJHN">
 <div class="chapter ch7" data-usfm="JHN.7">
 <div class="label">7</div><div class="s1">Incredulidad de los hermanos de Jes&#250;s</div><div class="p"> 1Y despu&#233;s de estas cosas andaba Jes&#250;s en Galilea; porque no quer&#237;a andar en Judea, porque los jud&#237;os procuraban matarle. 2Y estaba cerca la fiesta de los jud&#237;os, la de los tabern&#225;culos.</div><div class="p"> 3Entonces le dijeron sus hermanos: Pasa de aqu&#237;, y vete a Judea, para que tambi&#233;n tus disc&#237;pulos vean tus obras que haces. 4Porque nadie hace algo en secreto cuando procura darse a conocer p&#250;blicamente. Si estas cosas haces, manifi&#233;state al mundo. 5Porque ni siquiera sus hermanos cre&#237;an en &#233;l. 6Les dijo, pues, Jes&#250;s: Mi tiempo todav&#237;a no ha venido; pero vuestro tiempo siempre est&#225; a la mano. 7No puede el mundo odiaros a vosotros; pero a m&#237; me odia, porque yo testifico de &#233;l, que sus obras son malas.</div><div class="p"> 8Subid vosotros a esta fiesta; yo todav&#237;a#NU omite todav&#237;a. no subo a esa fiesta, porque mi tiempo todav&#237;a no se ha cumplido. 9Y habi&#233;ndoles dicho estas cosas,#NU Y habiendo &#233;l dicho estas cosas. se qued&#243; en Galilea.</div><div class="s1">Jes&#250;s en la fiesta de tabern&#225;culos</div><div class="p"> 10Pero cuando hab&#237;an subido sus hermanos,#Es decir, cuando hab&#237;an subido a la fiesta. entonces &#233;l tambi&#233;n subi&#243; a la fiesta, no abiertamente, sino como#NU [como]. en secreto. 11As&#237; que los jud&#237;os le buscaban en la fiesta, y dec&#237;an: &#191;D&#243;nde est&#225; aquel? 12Y hab&#237;a gran murmuraci&#243;n acerca de &#233;l entre las multitudes: Unos dec&#237;an: Es bueno; otros#NU [pero] otros. dec&#237;an: No, sino que enga&#241;a al pueblo. 13Sin embargo, nadie hablaba abiertamente de &#233;l por miedo a los jud&#237;os.</div><div class="p"> 14Y ya en medio de la fiesta, subi&#243; Jes&#250;s al templo, y ense&#241;aba. 15Y#NU Entonces. se asombraban los jud&#237;os, diciendo: &#191;C&#243;mo sabe este letras, sin haber estudiado?</div><div class="p"> 16Entonces#TR omite Entonces. les contest&#243; Jes&#250;s y dijo: Mi ense&#241;anza no es m&#237;a, sino de aquel que me envi&#243;. 17Si alguien quiere hacer su voluntad, sabr&#225; de la ense&#241;anza, si es de Dios, o si yo hablo de m&#237; mismo. 18El que habla de s&#237; mismo, busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le envi&#243;, este es verdadero, y en &#233;l no hay injusticia. 19&#191;No os dio Mois&#233;s la ley, y ninguno de vosotros guarda la ley? &#191;Por qu&#233; me procur&#225;is matar?</div><div class="p"> 20Respondi&#243; la multitud y dijo:#NU omite y dijo. &#161;Demonio tienes! &#191;Qui&#233;n te procura matar? 21Contest&#243; Jes&#250;s y les dijo: Una sola obra hice, y todos os asombr&#225;is. 22Por eso Mois&#233;s os dio la circuncisi&#243;n&#8212;no que sea de Mois&#233;s, sino de los padres&#8212;y en s&#225;bado circuncid&#225;is a un hombre. 23Si un hombre recibe la circuncisi&#243;n en s&#225;bado, para que la ley de Mois&#233;s no sea violada, &#191;os enoj&#225;is conmigo porque san&#233; completamente a un hombre en s&#225;bado? 24No juzgu&#233;is seg&#250;n la apariencia, sino juzgad con justo juicio.</div><div class="s1">La identidad de Jes&#250;s</div><div class="p"> 25Dec&#237;an, pues, unos de Jerusal&#233;n: &#191;No es este el que procuran matar? 26Y he aqu&#237; habla p&#250;blicamente, y no le dicen nada. &#191;Habr&#225;n en verdad reconocido los gobernantes que este es verdaderamente#NU omite verdaderamente. el Mes&#237;as? 27Pero este, sabemos de d&#243;nde es; pero cuando venga el Mes&#237;as, nadie sabr&#225; de d&#243;nde sea.</div><div class="p"> 28Entonces Jes&#250;s, ense&#241;ando en el templo, habl&#243; en alta voz y dijo: S&#237;, a m&#237; me conoc&#233;is, y sab&#233;is de d&#243;nde soy; y de m&#237; mismo no he venido, pero el que me envi&#243; es verdadero, a quien vosotros no conoc&#233;is. 29Yo#TR Pero yo. le conozco, porque de &#233;l procedo, y &#233;l me envi&#243;. 30Entonces procuraban prenderle. Pero nadie le ech&#243; mano, porque a&#250;n no hab&#237;a venido su hora. 31Y muchos de la multitud creyeron en &#233;l, y dec&#237;an: El Mes&#237;as, cuando venga, &#191;har&#225; mayores se&#241;ales que las que este ha hecho?</div><div class="p"> 32Los fariseos oyeron a la multitud que murmuraba de &#233;l estas cosas; y los fariseos y los principales sacerdotes#NU los principales sacerdotes y los fariseos. enviaron alguaciles para que le prendieran. 33Dijo,#TR Les dijo. pues, Jes&#250;s: Todav&#237;a un poco de tiempo estoy con vosotros, y luego voy al que me envi&#243;. 34Me buscar&#233;is, y no me hallar&#233;is;#NU y no [me] hallar&#233;is. y donde yo estar&#233;, vosotros no podr&#233;is venir. 35Entonces los jud&#237;os dijeron para s&#237;: &#191;Ad&#243;nde va a irse este, que nosotros no le hallaremos? &#191;Acaso va a irse a la dispersi&#243;n entre los griegos, para ense&#241;ar a los griegos? 36&#191;Qu&#233; palabra es esta que dijo: Me buscar&#233;is, y no me hallar&#233;is; y adonde yo estar&#233;, vosotros no podr&#233;is venir?</div><div class="s1">R&#237;os de agua viva</div><div class="p"> 37Y en el &#250;ltimo y gran d&#237;a de la fiesta Jes&#250;s se puso de pie y alz&#243; la voz, diciendo: Si alguien tiene sed, venga a m&#237; y beba. 38El que cree en m&#237;, como dice la Escritura, r&#237;os de agua viva correr&#225;n de su interior.#Isa&#237;as 12.3; 43.20; 44.3; 55.1. 39Pero esto dijo del Esp&#237;ritu que hab&#237;an de recibir los que creyeran en &#233;l; porque el Esp&#237;ritu Santo#NU omite Santo. a&#250;n no hab&#237;a sido dado, pues Jes&#250;s a&#250;n no hab&#237;a sido glorificado. 40Muchos, pues, de la multitud, al o&#237;r este dicho, dec&#237;an: Este es verdaderamente el Profeta.#Deuteronomio 18.18.</div><div class="s1">&#191;Es este el Mes&#237;as?</div><div class="p"> 41Unos dec&#237;an: Este es el Mes&#237;as. Otros#TR Pero otros. dec&#237;an: &#191;De Galilea ha de venir el Mes&#237;as? 42&#191;No dice la Escritura que de la simiente de David, y de la aldea de Bel&#233;n, la aldea donde estaba David, el Mes&#237;as viene?#Miqueas 5.2. 43Hubo entonces disensi&#243;n entre la multitud a causa de &#233;l. 44Y algunos de ellos quisieron tomarle preso, pero nadie le ech&#243; mano.</div><div class="p"> 45Vinieron, pues, los alguaciles a los principales sacerdotes y a los fariseos, y les dijeron estos: &#191;Por qu&#233; no le trajisteis? 46Y contestaron los alguaciles: &#161;Nunca nadie habl&#243; como este hombre!#NU Nadie habl&#243; as&#237; nunca. 47Entonces les respondieron los fariseos: &#191;Tambi&#233;n vosotros hab&#233;is sido enga&#241;ados? 48&#191;Habr&#225; cre&#237;do en &#233;l alguno de los gobernantes, o de los fariseos? 49Pero esta multitud que ignora la ley es maldita.</div><div class="p"> 50Les dijo Nicodemo&#8212;el que vino a &#233;l de noche,#NU el que vino a &#233;l al principio. el cual era uno de ellos. 51&#191;Acaso juzga vuestra ley a un hombre, sin antes o&#237;rle y saber lo que hace? 52Contestaron y le dijeron: &#191;Eres t&#250; tambi&#233;n galileo? Escudri&#241;a y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta. 53Y se fue cada uno a su casa.#NU encierra 7.53- 8.11 entre corchetes porque sus eruditos no consideran que este pasaje pertenezca al texto original del evangelio de Juan, aunque estos vers&#237;culos se encuentran en m&#225;s de 900 manuscritos, o el 85 por ciento de los manuscritos existentes.</div>
 </div>
 </div>
</div>

Y después de estas cosas andaba Jesús en Galilea; porque no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle. Y estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos.
Entonces le dijeron sus hermanos: Pasa de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean tus obras que haces. Porque nadie hace algo en secreto cuando procura darse a conocer públicamente. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. Porque ni siquiera sus hermanos creían en él. Les dijo, pues, Jesús: Mi tiempo todavía no ha venido; pero vuestro tiempo siempre está a la mano. No puede el mundo odiaros a vosotros; pero a mí me odia, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.
Subid vosotros a esta fiesta; yo todavía no subo a esa fiesta, porque mi tiempo todavía no se ha cumplido. Y habiéndoles dicho estas cosas, se quedó en Galilea.

Pero cuando habían subido sus hermanos, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto. Así que los judíos le buscaban en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquel? Y había gran murmuración acerca de él entre las multitudes: Unos decían: Es bueno; otros decían: No, sino que engaña al pueblo. Sin embargo, nadie hablaba abiertamente de él por miedo a los judíos.
Y ya en medio de la fiesta, subió Jesús al templo, y enseñaba. Y se asombraban los judíos, diciendo: ¿Cómo sabe este letras, sin haber estudiado?
Entonces les contestó Jesús y dijo: Mi enseñanza no es mía, sino de aquel que me envió. Si alguien quiere hacer su voluntad, sabrá de la enseñanza, si es de Dios, o si yo hablo de mí mismo. El que habla de sí mismo, busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le envió, este es verdadero, y en él no hay injusticia. ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros guarda la ley? ¿Por qué me procuráis matar?
Respondió la multitud y dijo: ¡Demonio tienes! ¿Quién te procura matar? Contestó Jesús y les dijo: Una sola obra hice, y todos os asombráis. Por eso Moisés os dio la circuncisión—no que sea de Moisés, sino de los padres—y en sábado circuncidáis a un hombre. Si un hombre recibe la circuncisión en sábado, para que la ley de Moisés no sea violada, ¿os enojáis conmigo porque sané completamente a un hombre en sábado? No juzguéis según la apariencia, sino juzgad con justo juicio.

Decían, pues, unos de Jerusalén: ¿No es este el que procuran matar? Y he aquí habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán en verdad reconocido los gobernantes que este es verdaderamente el Mesías? Pero este, sabemos de dónde es; pero cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde sea.
Entonces Jesús, enseñando en el templo, habló en alta voz y dijo: Sí, a mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; y de mí mismo no he venido, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis. Yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió. Entonces procuraban prenderle. Pero nadie le echó mano, porque aún no había venido su hora. Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Mesías, cuando venga, ¿hará mayores señales que las que este ha hecho?
Los fariseos oyeron a la multitud que murmuraba de él estas cosas; y los fariseos y los principales sacerdotes enviaron alguaciles para que le prendieran. Dijo, pues, Jesús: Todavía un poco de tiempo estoy con vosotros, y luego voy al que me envió. Me buscaréis, y no me hallaréis; y donde yo estaré, vosotros no podréis venir. Entonces los judíos dijeron para sí: ¿Adónde va a irse este, que nosotros no le hallaremos? ¿Acaso va a irse a la dispersión entre los griegos, para enseñar a los griegos? ¿Qué palabra es esta que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y adonde yo estaré, vosotros no podréis venir?

Y en el último y gran día de la fiesta Jesús se puso de pie y alzó la voz, diciendo: Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su interior. Pero esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él; porque el Espíritu Santo aún no había sido dado, pues Jesús aún no había sido glorificado. Muchos, pues, de la multitud, al oír este dicho, decían: Este es verdaderamente el Profeta.

Unos decían: Este es el Mesías. Otros decían: ¿De Galilea ha de venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que de la simiente de David, y de la aldea de Belén, la aldea donde estaba David, el Mesías viene? Hubo entonces disensión entre la multitud a causa de él. Y algunos de ellos quisieron tomarle preso, pero nadie le echó mano.
Vinieron, pues, los alguaciles a los principales sacerdotes y a los fariseos, y les dijeron estos: ¿Por qué no le trajisteis? Y contestaron los alguaciles: ¡Nunca nadie habló como este hombre! Entonces les respondieron los fariseos: ¿También vosotros habéis sido engañados? ¿Habrá creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? Pero esta multitud que ignora la ley es maldita.
Les dijo Nicodemo—el que vino a él de noche, el cual era uno de ellos. ¿Acaso juzga vuestra ley a un hombre, sin antes oírle y saber lo que hace? Contestaron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta. Y se fue cada uno a su casa.

Klausīties JUAN 7