MATEO 6
6
Jesús enseña a ayudar a los necesitados
1No hagan las buenas obras para ganar reputación y fama delante de los hombres; de lo contrario no van a ganar el premio que tienen con el Padre Celestial.
2Cuando ayuden a los necesitados, o hagan una buena acción, no lo publiquen, ni tampoco lo anuncien demasiado, porque esto es lo que hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, dan limosnas para ser vistos y alabados por los hombres. La intención de sus corazones es la fama y no tanto hacer el bien; de cierto les digo, esta es la única recompensa que ellos van a recibir.
3Cuando hagas el bien, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, es decir, sean discretos, 4para que las buenas obras que hagan a los necesitados siempre sean en secreto y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.
Jesús nos enseña a orar
5Cuando oren#προσεύχησθε (proseújesthe), verbo deponente, voz media-pasiva, modo subjuntivo, tiempo presente, segunda persona del plural, traduce: ustedes oren. Viene del verbo προσεύχομαι (proseújomai), que traduce orar. Este verbo genera el sustantivo προσευχή (proseujé). Una nueva palabra que Jesucristo pronunció para hablar de la oración. Vocablo que no se encuentra en el léxico del griego clásico, porque es una de las palabras que conforman el 5% de términos propios del cristianismo y del Nuevo Testamento. En su etimología προσευχή (proseujé), tiene tres raíces: 1. πρός (prós) que indica intimidad e identidad. Cuando se usa esta partícula da a entender una unidad entre dos partes, por eso, cuando la persona ora se identifica con Dios en Cristo Jesús. La persona que ora va adquiriendo el carácter de Cristo en su vida. 2. εὑ (eu) viene de εὑρίσκω (jeurísko), que significa encontrar la transformación de la existencia, es decir, que a medida que la persona ora, experimenta una transformación y renovación, es un proceso terapéutico. 3. χή (jé) viene de χάρις (járis) significa gracia, que era la máxima condecoración que el rey daba a un soldado que había sido héroe en la batalla, compartiendo la vida con él. La gracia significa que Dios comparte su vida con el creyente en Cristo Jesús. En griego hay dos términos para vida, βίος (bíos) significa la vida fisiológica, y ζωή (zoé) el desarrollo pleno de la vida biológica. El creyente, por medio de la oración, recibe esta vida plena compartida por Dios a través de la gracia. Por lo tanto, χή (jé) significa recibir la plenitud de vida en Dios. Con todo lo mencionado podemos concluir que Jesús, cuando habla de oración, hace referencia a un encuentro de intimidad con Dios en el que vamos adquiriendo la identidad de Cristo a través de un proceso terapéutico de renovación y transformación para vivir plenamente la vida en Cristo Jesús. no sean como los hipócritas, pues a ellos les gusta orar de pie, haciendo escándalo, tanto en las sinagogas como en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres y recibir elogios de que son personas espirituales; de cierto les digo, que ya han recibido su propia recompensa.
6Más tú, cuando ores, entra en tu mundo interior y cierra totalmente las puertas de tu corazón, para evitar los ruidos que vienen del mundo exterior, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará.
7Cuando oren no usen muchas palabras repetitivas, así como hacen los gentiles, ellos piensan que repetir tantas palabras es una forma de convencer a sus dioses, ya que ellos creen que por mucho hablar, serán escuchados por sus divinidades. 8Por tanto, no sean como ellos, porque el Padre de ustedes ya conoce lo que ustedes necesitan, antes de que se lo pidan.
9Ustedes oren de la siguiente manera:
Padre nuestro que estás en los cielos; sea santificado tu nombre a través de mi buen testimonio.
10Establece tu reino pronto; que tu voluntad resplandezca tanto en el cielo como en la tierra.
11Nuestra comida de cada día, dánosla hoy.
12Perdona nuestros pecados, así como debemos perdonar a los que nos han hecho daño.
13Y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos de todo mal.
14Si ustedes perdonan a las personas que les ofenden, también el Padre Celestial, les perdonará a ustedes; 15pero si ustedes no perdonan a las personas que les causan daño, tampoco el Padre les perdonará sus ofensas.
Jesús enseña sobre el ayuno
16Cuando ayunen, no pongan la cara triste, como los hipócritas, ya que ellos desfiguran sus rostros para aparentar ante los hombres que están ayunando; de cierto les digo, ellos ya recibieron su propia recompensa. 17Pero ustedes, cuando estén ayunando, báñense y perfúmense, 18para que la gente no se dé cuenta que están ayunando, más bien, su Padre Celestial, lo sabe y recompensará en público lo que hacen en secreto.
Jesús enseña sobre las riquezas
19No pierdan su tiempo acumulando riquezas en la tierra, donde la polilla y la descomposición las hacen desaparecer, y también los ladrones las roban y las destruyen; 20más bien, hagan riquezas en el cielo, donde ni la polilla, ni la descomposición las pueden destruir, ni tampoco los ladrones las pueden robar.
21Donde esté tu riqueza, allí estará su corazón.
22El ojo es la lámpara del cuerpo, pues si el ojo está abierto, todo el cuerpo estará lleno de luz; 23pero si tu ojo está cerrado, todo tu cuerpo está consumido en las tinieblas, esto coincide con la realidad, si ustedes viven y practican las obras de justicia, están permitiendo que la luz entre en sus vidas.
24Nadie puede servir a dos señores, porque odiará a uno y amará al otro, o al revés; así que no pueden servir a Dios y al mismo tiempo idolatrar a las riquezas.
Jesús enseña sobre los bienes materiales y el estrés
25Por tanto les digo esto: No se obsesionen con las cosas de esta vida, qué han de comer o qué han de beber, ni tampoco idolatren su cuerpo, con qué ropa se han de vestir; ¿acaso la vida no es más importante que el alimento, o el cuerpo más importante que la ropa?
26Miren las aves del cielo, que no siembran, ni cosechan, ni guardan comida en graneros y el Padre Celestial las alimenta diariamente; ¿acaso ustedes no tienen la consciencia de que son más importantes para el Padre que las aves?
27¿Qué ganan con estresarse? ¿Acaso lograrán aumentar su tiempo de vida?
28Y acerca de la ropa, ¿por qué están estresados? Aprendan cómo crecen las flores silvestres, que no trabajan estresadas para fabricar sus ropas; 29pero yo les digo que ni Salomón, con todas sus riquezas y poder, se ha vestido tan bien como ellas.
30Si la hierba del campo hoy existe, y mañana ya no existe porque es echada al horno y así mismo Dios la viste, ¿no creen que Dios hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?
31Por lo tanto, no se angustien diciendo: ¿qué comeremos? o ¿qué beberemos? o ¿con qué nos vestiremos?
32Pues los que no conocen a Dios, buscan con afán todas estas cosas y se estresan; pero ustedes no tienen que angustiarse, porque el Padre Celestial sabe todo lo que ustedes necesitan.
33Mas busquen primeramente el reino de los cielos y su justicia, y todas las demás cosas les serán añadidas.
34En conclusión, no estén ansiosos por el día de mañana, vivan el momento y disfruten la vida, porque el mañana no está garantizado, y si llega, traerá sus propias preocupaciones. Cada día tiene ya sus propios problemas.
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Ευαγγελιο: Traducción Contemporánea de la Biblia.
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MATEO 6
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Jesús enseña a ayudar a los necesitados
1No hagan las buenas obras para ganar reputación y fama delante de los hombres; de lo contrario no van a ganar el premio que tienen con el Padre Celestial.
2Cuando ayuden a los necesitados, o hagan una buena acción, no lo publiquen, ni tampoco lo anuncien demasiado, porque esto es lo que hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, dan limosnas para ser vistos y alabados por los hombres. La intención de sus corazones es la fama y no tanto hacer el bien; de cierto les digo, esta es la única recompensa que ellos van a recibir.
3Cuando hagas el bien, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, es decir, sean discretos, 4para que las buenas obras que hagan a los necesitados siempre sean en secreto y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.
Jesús nos enseña a orar
5Cuando oren#προσεύχησθε (proseújesthe), verbo deponente, voz media-pasiva, modo subjuntivo, tiempo presente, segunda persona del plural, traduce: ustedes oren. Viene del verbo προσεύχομαι (proseújomai), que traduce orar. Este verbo genera el sustantivo προσευχή (proseujé). Una nueva palabra que Jesucristo pronunció para hablar de la oración. Vocablo que no se encuentra en el léxico del griego clásico, porque es una de las palabras que conforman el 5% de términos propios del cristianismo y del Nuevo Testamento. En su etimología προσευχή (proseujé), tiene tres raíces: 1. πρός (prós) que indica intimidad e identidad. Cuando se usa esta partícula da a entender una unidad entre dos partes, por eso, cuando la persona ora se identifica con Dios en Cristo Jesús. La persona que ora va adquiriendo el carácter de Cristo en su vida. 2. εὑ (eu) viene de εὑρίσκω (jeurísko), que significa encontrar la transformación de la existencia, es decir, que a medida que la persona ora, experimenta una transformación y renovación, es un proceso terapéutico. 3. χή (jé) viene de χάρις (járis) significa gracia, que era la máxima condecoración que el rey daba a un soldado que había sido héroe en la batalla, compartiendo la vida con él. La gracia significa que Dios comparte su vida con el creyente en Cristo Jesús. En griego hay dos términos para vida, βίος (bíos) significa la vida fisiológica, y ζωή (zoé) el desarrollo pleno de la vida biológica. El creyente, por medio de la oración, recibe esta vida plena compartida por Dios a través de la gracia. Por lo tanto, χή (jé) significa recibir la plenitud de vida en Dios. Con todo lo mencionado podemos concluir que Jesús, cuando habla de oración, hace referencia a un encuentro de intimidad con Dios en el que vamos adquiriendo la identidad de Cristo a través de un proceso terapéutico de renovación y transformación para vivir plenamente la vida en Cristo Jesús. no sean como los hipócritas, pues a ellos les gusta orar de pie, haciendo escándalo, tanto en las sinagogas como en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres y recibir elogios de que son personas espirituales; de cierto les digo, que ya han recibido su propia recompensa.
6Más tú, cuando ores, entra en tu mundo interior y cierra totalmente las puertas de tu corazón, para evitar los ruidos que vienen del mundo exterior, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará.
7Cuando oren no usen muchas palabras repetitivas, así como hacen los gentiles, ellos piensan que repetir tantas palabras es una forma de convencer a sus dioses, ya que ellos creen que por mucho hablar, serán escuchados por sus divinidades. 8Por tanto, no sean como ellos, porque el Padre de ustedes ya conoce lo que ustedes necesitan, antes de que se lo pidan.
9Ustedes oren de la siguiente manera:
Padre nuestro que estás en los cielos; sea santificado tu nombre a través de mi buen testimonio.
10Establece tu reino pronto; que tu voluntad resplandezca tanto en el cielo como en la tierra.
11Nuestra comida de cada día, dánosla hoy.
12Perdona nuestros pecados, así como debemos perdonar a los que nos han hecho daño.
13Y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos de todo mal.
14Si ustedes perdonan a las personas que les ofenden, también el Padre Celestial, les perdonará a ustedes; 15pero si ustedes no perdonan a las personas que les causan daño, tampoco el Padre les perdonará sus ofensas.
Jesús enseña sobre el ayuno
16Cuando ayunen, no pongan la cara triste, como los hipócritas, ya que ellos desfiguran sus rostros para aparentar ante los hombres que están ayunando; de cierto les digo, ellos ya recibieron su propia recompensa. 17Pero ustedes, cuando estén ayunando, báñense y perfúmense, 18para que la gente no se dé cuenta que están ayunando, más bien, su Padre Celestial, lo sabe y recompensará en público lo que hacen en secreto.
Jesús enseña sobre las riquezas
19No pierdan su tiempo acumulando riquezas en la tierra, donde la polilla y la descomposición las hacen desaparecer, y también los ladrones las roban y las destruyen; 20más bien, hagan riquezas en el cielo, donde ni la polilla, ni la descomposición las pueden destruir, ni tampoco los ladrones las pueden robar.
21Donde esté tu riqueza, allí estará su corazón.
22El ojo es la lámpara del cuerpo, pues si el ojo está abierto, todo el cuerpo estará lleno de luz; 23pero si tu ojo está cerrado, todo tu cuerpo está consumido en las tinieblas, esto coincide con la realidad, si ustedes viven y practican las obras de justicia, están permitiendo que la luz entre en sus vidas.
24Nadie puede servir a dos señores, porque odiará a uno y amará al otro, o al revés; así que no pueden servir a Dios y al mismo tiempo idolatrar a las riquezas.
Jesús enseña sobre los bienes materiales y el estrés
25Por tanto les digo esto: No se obsesionen con las cosas de esta vida, qué han de comer o qué han de beber, ni tampoco idolatren su cuerpo, con qué ropa se han de vestir; ¿acaso la vida no es más importante que el alimento, o el cuerpo más importante que la ropa?
26Miren las aves del cielo, que no siembran, ni cosechan, ni guardan comida en graneros y el Padre Celestial las alimenta diariamente; ¿acaso ustedes no tienen la consciencia de que son más importantes para el Padre que las aves?
27¿Qué ganan con estresarse? ¿Acaso lograrán aumentar su tiempo de vida?
28Y acerca de la ropa, ¿por qué están estresados? Aprendan cómo crecen las flores silvestres, que no trabajan estresadas para fabricar sus ropas; 29pero yo les digo que ni Salomón, con todas sus riquezas y poder, se ha vestido tan bien como ellas.
30Si la hierba del campo hoy existe, y mañana ya no existe porque es echada al horno y así mismo Dios la viste, ¿no creen que Dios hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?
31Por lo tanto, no se angustien diciendo: ¿qué comeremos? o ¿qué beberemos? o ¿con qué nos vestiremos?
32Pues los que no conocen a Dios, buscan con afán todas estas cosas y se estresan; pero ustedes no tienen que angustiarse, porque el Padre Celestial sabe todo lo que ustedes necesitan.
33Mas busquen primeramente el reino de los cielos y su justicia, y todas las demás cosas les serán añadidas.
34En conclusión, no estén ansiosos por el día de mañana, vivan el momento y disfruten la vida, porque el mañana no está garantizado, y si llega, traerá sus propias preocupaciones. Cada día tiene ya sus propios problemas.
सध्या निवडलेले:
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