EL NUEVO TESTAMENTO Según el Texto Bizantino 2005, ed. Robinson-Pierpont Usado con permiso Traducido Directamente del Griego Original por Louis R. Tyler, M.A., M.Div., Ph.D. Edición IV Revisada y Corregida Editado por Diane Morrell, Ruth Evelyn Fernández y Lawrence B. Windle, M.A., D.Th. INSTITUTO BÍBLICO RÍO GRANDE EDINBURG, TEXAS © 2014, 2016, 2019, 2021 EDITORIAL RÍO GRANDE EDINBURG, TEXAS

Segun el Texto Bizantino 2005

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 <div class="chapter ch2" data-usfm="JHN.2">
 <div class="label">2</div><div class="s1">El primer milagro en Can&#225; de Galilea</div><div class="p"> 1Y al tercer d&#237;a hubo una boda en Can&#225; de Galilea, y la madre de Jes&#250;s estaba all&#237;. 2Y fueron invitados tambi&#233;n Jes&#250;s y sus disc&#237;pulos a la boda. 3Y faltando el vino, la madre de Jes&#250;s le dijo: No tienen vino. 4Jes&#250;s le: &#191;Qu&#233; tengo que ver contigo, mujer? Todav&#237;a no ha venido mi hora. 5Su madre dijo a los sirvientes: Haced todo lo que &#233;l os diga.</div><div class="p"> 6Y hab&#237;a all&#237; seis tinajas de piedra para agua, seg&#250;n la purificaci&#243;n de los jud&#237;os, en cada una de las cuales cab&#237;an dos o tres c&#225;ntaros. 7Jes&#250;s les dijo: Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta arriba. 8Y les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.</div><div class="p"> 9Cuando, pues, el maestresala prob&#243; el agua hecha vino, y no sab&#237;a de d&#243;nde era&#8212;aunque lo sab&#237;an los sirvientes que hab&#237;an sacado el agua&#8212;el maestresala llam&#243; al esposo, 10y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino; y cuando ya han bebido bastante, entonces#NU omite entonces. el inferior. Pero t&#250; has guardado el mejor vino#Lit. el buen vino. El hebreo, que ser&#237;a el idioma que sin duda se hablaba en Galilea y Judea en el primer siglo, no tiene comparativo, y por eso se usa solamente el positivo. O sea, se dice bueno para mejor. hasta ahora. 11Este principio de se&#241;ales#O sea, milagros, o se&#241;ales milagrosas. hizo Jes&#250;s en Can&#225; de Galilea, y manifest&#243; su gloria; y sus disc&#237;pulos creyeron en &#233;l.</div><div class="p"> 12Despu&#233;s de esto baj&#243; a Caperna&#250;m, &#233;l, y su madre, y sus hermanos, y sus disc&#237;pulos; y all&#237; se quedaron no muchos d&#237;as.</div><div class="s1">Jes&#250;s limpia el templo</div><div class="p"> 13Y estaba cerca la Pascua de los jud&#237;os, y Jes&#250;s subi&#243; a Jerusal&#233;n. 14Y encontr&#243; en el templo a los que vend&#237;an bueyes y ovejas y palomas, y a los cambistas sentados. 15Entonces haciendo un l&#225;tigo de cuerdas, a todos los ech&#243; del templo, con las ovejas y los bueyes; y desparram&#243; las monedas de los cambistas, y las mesas las volc&#243;; 16y a los que vend&#237;an palomas les dijo: &#161;Quitad eso de aqu&#237;, no hag&#225;is de la casa de mi Padre casa de mercado! 17Y#NU omite Y. sus disc&#237;pulos se acordaron de que est&#225; escrito: El celo de tu casa me consumir&#225;.#TR me ha consumido. Ver Salmo 69.9. 18Entonces contestaron los jud&#237;os y le dijeron: &#191;Qu&#233; se&#241;al nos muhestras, ya que haces estas cosas?</div><div class="p"> 19Respondi&#243; Jes&#250;s y les dijo: Destruid este templo, y en tres d&#237;as lo levantar&#233;. 20Dijeron, pues, los jud&#237;os: Durante cuarenta y seis a&#241;os fue edificado este templo, &#191;y t&#250; en tres d&#237;as lo levantar&#225;s? 21Pero &#233;l hablaba del templo de su cuerpo. 22Cuando, pues, resucit&#243; de los muertos, sus disc&#237;pulos se acordaron de que hab&#237;a dicho eso; y creyeron la Escritura#Salmo 16.10. y la palabra que hab&#237;a dicho Jes&#250;s.</div><div class="s1">Jes&#250;s en la fiesta de la Pascua</div><div class="p"> 23Cuando, pues, estaba en Jerusal&#233;n en la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo sus milagros que hac&#237;a. 24Pero Jes&#250;s, por su parte, no se confiaba de ellos, porque los conoc&#237;a a todos, 25y porque no ten&#237;a necesidad de que nadie diera testimonio del hombre; pues &#233;l sab&#237;a lo que hab&#237;a en el hombre.</div>
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Y al tercer día hubo una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Y fueron invitados también Jesús y sus discípulos a la boda. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le: ¿Qué tengo que ver contigo, mujer? Todavía no ha venido mi hora. Su madre dijo a los sirvientes: Haced todo lo que él os diga.
Y había allí seis tinajas de piedra para agua, según la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta arriba. Y les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
Cuando, pues, el maestresala probó el agua hecha vino, y no sabía de dónde era—aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua—el maestresala llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino; y cuando ya han bebido bastante, entonces el inferior. Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Después de esto bajó a Capernaúm, él, y su madre, y sus hermanos, y sus discípulos; y allí se quedaron no muchos días.

Y estaba cerca la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los que vendían bueyes y ovejas y palomas, y a los cambistas sentados. Entonces haciendo un látigo de cuerdas, a todos los echó del templo, con las ovejas y los bueyes; y desparramó las monedas de los cambistas, y las mesas las volcó; y a los que vendían palomas les dijo: ¡Quitad eso de aquí, no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado! Y sus discípulos se acordaron de que está escrito: El celo de tu casa me consumirá. Entonces contestaron los judíos y le dijeron: ¿Qué señal nos muhestras, ya que haces estas cosas?
Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron, pues, los judíos: Durante cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Cuando, pues, resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron de que había dicho eso; y creyeron la Escritura y la palabra que había dicho Jesús.

Cuando, pues, estaba en Jerusalén en la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo sus milagros que hacía. Pero Jesús, por su parte, no se confiaba de ellos, porque los conocía a todos, y porque no tenía necesidad de que nadie diera testimonio del hombre; pues él sabía lo que había en el hombre.

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