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Miqueas 6

6
III. REPROCHES DEL SEÑOR A SU PUEBLO Y PROMESAS DE SALVACIÓN
(6—7)
Pleito de Dios contra Israel#6.1-5 Este pasaje utiliza el lenguaje de los procesos judiciales en Israel. El escenario es un tribunal de justicia de proporciones cósmicas: los cerros, los montes y los cimientos de la tierra son los testigos, y el Señor se presenta como acusador y juez.
1Oigan ustedes ahora lo que dice el Señor:
«¡Levántate y expón tu caso ante los montes,
y que los cerros oigan tu voz!»#6.1 Cf. Dt 32.1; Sal 50.1-6(2-7); Is 1.2.
2Escuchen ustedes, montes
y firmes cimientos de la tierra:
el Señor va a entablar un juicio contra su pueblo,
va a entablar un pleito contra Israel.#6.2 Is 3.13-15; Os 4.1-6; 12.2.
3Esto dice el Señor:
«Respóndeme, pueblo mío,
¿qué te he hecho o en qué te he molestado?
4Yo te saqué de Egipto, librándote de la esclavitud;
yo envié a Moisés, Aarón y María,
para que te dirigieran.
5Pueblo mío, recuerda ahora
los planes de Balac, rey de Moab,
y la respuesta que le dio Balaam, hijo de Beor.
Recuerda cuando pasaste de Sitim a Guilgal,#6.5 De Sitim a Guilgal: Sitim fue el último lugar donde Israel acampó antes de cruzar el Jordán; Guilgal, el lugar de su primer campamento al oeste de ese río. La frase se refiere a un período crítico y muy importante en la historia de Israel: el de la entrada en la tierra prometida (cf. Jos 3—4). Véase Índice de mapas.
y reconoce las victorias del Señor.»#6.3-5 Para dar más relieve a la infidelidad e ingratitud de Israel, se enumeran algunas manifestaciones del Señor en favor de él: la liberación de Egipto (Ex 12.50-51; 20.2; Dt 5.6); el llamado a Moisés, Aarón (Ex 3.1—4.17,27-30) y María (Ex 15.20); y la bendición de Balaam al pueblo (Nm 22—24; Dt 23.6).
Lo que el Señor espera del hombre
6¿Con qué me presentaré a adorar
al Señor, Dios de las alturas?
¿Me presentaré ante él con becerros de un año,
para ofrecérselos en holocausto?
7¿Se alegrará el Señor, si le ofrezco mil carneros
o diez mil ríos de aceite?
¿O si le ofrezco a mi hijo mayor#6.7 Si le ofrezco mi hijo mayor: El sacrificio del hijo primogénito, practicado a veces por los cananeos, estaba terminantemente prohibido en Israel (Lv 18.21; 20.2-5; Dt 12.31; 18.10; cf. 2 R 16.3; 21.6). El hijo mayor era objeto de una bendición especial (Gn 27.1-4) y a él le correspondía una doble porción de la herencia del padre (Dt 21.17).
en pago de mi rebelión y mi pecado?
8El Señor ya te ha dicho, oh hombre,
en qué consiste lo bueno
y qué es lo que él espera de ti:
que hagas justicia, que seas fiel y leal
y que obedezcas humildemente a tu Dios.#6.6-8 Estos vv. resumen de manera admirable la predicación moral de los profetas. Miqueas retoma así el concepto de justicia que se encuentra en Amós (Am 5.21-25), los conceptos de fidelidad y amor, en Oseas (Os 1—3) y los de fe y humildad, en Isaías (cf. Is 2.6-17; 7.8-9). Dios rechaza aquellos sacrificios que son prácticas puramente exteriores (cf. 1 S 15.22-23; Pr 21.3; Is 1.11-14; Os 6.6; Zac 7.9-10).
Mensaje contra el fraude y la mentira
9El Señor está llamando a la ciudad,
y es sabio oírle con reverencia:
«Escuchen, pueblo y consejeros de la ciudad:#6.9 Pueblo y consejeros de la ciudad: texto probable. Heb. oscuro.
10En la casa del malvado hay riquezas mal habidas
y esas medidas falsas que aborrezco.
11¿Cómo podré perdonar al que emplea
balanzas alteradas y pesas falsas?#6.10-11 Lv 19.35-36; Dt 25.13-16; Am 8.5.
12Los ricos de esta ciudad son todos opresores;
mentirosos y engañadores todos sus habitantes.
13Por eso he comenzado a castigarte,#6.13 Por eso he comenzado a castigarte: según versiones antiguas; heb. por eso te hice enfermar.
a destruirte por causa de tus pecados.
14Comerás, pero no quedarás satisfecho,
sino que seguirás sufriendo hambre;
recogerás provisiones, pero no podrás salvar nada,
y aun si algo salvas, haré que la guerra lo destruya.
15Sembrarás, pero no cosecharás;
molerás aceitunas, pero no aprovecharás el aceite;
pisarás uvas, pero no beberás el vino.#6.14-15 Cf. Dt 28.30-31,38-40; Os 4.10.
16Porque has seguido los mandatos y las prácticas
de Omrí y de la familia de Ahab,#6.16 Omrí... familia de Ahab: La conducta de Judá se compara con la del rey Omrí, fundador de una importante dinastía del reino de Israel, y con la de su hijo y sucesor Ahab. Durante el reinado de ambos, la idolatría se extendió por todo Israel. Cf. 1 R 16.23-34; 21.25-26.
y te has portado como ellos lo hicieron.
Por eso yo haré de ti y de tus habitantes
un motivo de horror y de burla,
y la vergüenza de mi pueblo caerá sobre ti.»

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