HABACUC HABACUC
HABACUC
INTRODUCCIÓN
El libro de Habacuc (=Hab) se divide en tres partes bien definidas. La primera es un diálogo en el que se alternan las quejas del profeta y las respuestas del Señor (Hab 1.2–2.4). Luego se anuncia el castigo de los caldeos a causa de su crueldad y de su insaciable codicia (2.5-20). Por último, un hermoso salmo describe la resplandeciente manifestación del Señor, que viene del Sinaí para juzgar a los culpables y socorrer a su pueblo (cap. 3).
En el diálogo inicial, el profeta se lamenta de la injusticia y la violencia reinantes en su propia nación (1.2-4), y el Señor le responde que la maldad no quedará impune, ya que él va a poner en pie de guerra a los caldeos para destruir a los malvados (1.5-11). Pero esta respuesta divina, lejos de aclarar las dudas del profeta, lo que hace es agravarlas, porque a partir de ella se le plantean nuevos interrogantes: ¿Cómo puede el Dios santo y justo valerse de gente tan mala para hacer justicia? ¿No son acaso los ejecutores del castigo más crueles y prepotentes que sus víctimas? (1.12-17).
El Señor no responde de manera directa a estas preguntas, sino con una invitación a la paciencia y a depositar la confianza en él. A su debido tiempo, cuando considere que ha llegado la hora, él va a asegurar el triunfo final de la justicia: los malvados recibirán una justa retribución, mientras que los justos vivirán por su fidelidad a Dios (véase 2.4 nota$ h).
La mención de los caldeos en Hab 1.6 es el único punto de referencia para determinar la época y las circunstancias en que ejerció su actividad el profeta Habacuc. Esta indicación sugiere una fecha cercana al año 605 a.C., ya que entonces Nabucodonosor, el más célebre de los reyes de la dinastía caldea, ascendió al trono de Babilonia (véase Jer 25.1 nota$ c) y comenzó a sembrar la inquietud y la anarquía en las regiones de Siria y de Palestina (cf. Jer 27.1-18). Por otra parte, como los textos no aluden al asedio y la caída de Jerusalén en el año 598 a.C. (cf. 2$R 24.10-12), podría pensarse que el libro fue escrito en una fecha anterior al año 600 a.C. Hay que notar, sin embargo, que Babilonia pasó en una época posterior a ser el símbolo de la opresión, la crueldad y la violencia (cf. Ap 18), y que la posible utilización simbólica de ese nombre relativiza en parte el intento de asignar a la composición del libro una fecha demasiado precisa.
El siguiente esquema ofrece una visión sintética de este breve mensaje profético:
I. Introducción (1.1)
II. El profeta y el Señor (1.2–2.4)
III. El destino de los opresores (2.5-20)
IV. Salmo de Habacuc (3.1-19)
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HABACUC HABACUC: DHHE
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Sociedad Bíblica de España