1 Samuel 1:2-7
1 Samuel 1:2-7 NVI
Elcaná tenía dos esposas. Una de ellas se llamaba Ana, y la otra, Penina. Esta tenía hijos, pero Ana no tenía ninguno. Cada año Elcaná salía de su pueblo para adorar al SEÑOR Todopoderoso y ofrecerle sacrificios en Siló, donde Ofni y Finés, los dos hijos de Elí, oficiaban como sacerdotes del SEÑOR. Cuando llegaba el día de ofrecer su sacrificio, Elcaná solía darles a Penina y a todos sus hijos e hijas la porción que les correspondía. Pero a Ana le daba una porción especial, pues la amaba a pesar de que el SEÑOR la había hecho estéril. Penina, su rival, solía atormentarla para que se enojara, ya que el SEÑOR la había hecho estéril. Cada año, cuando iban a la casa del SEÑOR, sucedía lo mismo: Penina la atormentaba, hasta que Ana se ponía a llorar y ni comer quería.