1 Tesalonicenses 3:1-5
1 Tesalonicenses 3:1-5 NVI
Por tanto, cuando ya no pudimos soportarlo más, pensamos que era mejor quedarnos solos en Atenas. Así que os enviamos a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios en el evangelio de Cristo, con el fin de afianzaros y animaros en la fe para que nadie fuera perturbado por estos sufrimientos. Vosotros mismos sabéis que se nos destinó para esto, pues cuando estábamos con vosotros os advertimos que íbamos a padecer sufrimientos. Y así sucedió. Por eso, cuando ya no pude soportarlo más, mandé a Timoteo a indagar acerca de vuestra fe, no fuera que el tentador os hubiera inducido a hacer lo malo y que nuestro trabajo hubiera sido en vano.