Lucas 8:51-55
Lucas 8:51-55 NVI
Cuando llegó a la casa de Jairo, no dejó que nadie entrara con él, excepto Pedro, Juan y Jacobo, y el padre y la madre de la niña. Todos estaban llorando, muy afligidos por ella. ―Dejad de llorar —les dijo Jesús—. No está muerta, sino dormida. Entonces ellos empezaron a burlarse de él porque sabían que estaba muerta. Pero él la tomó de la mano y le dijo: ―¡Niña, levántate! Recobró la vida y al instante se levantó. Jesús mandó darle de comer.