Nehemías 8:9-15
Nehemías 8:9-15 NVI
Al oír las palabras de la ley, la gente comenzó a llorar. Por eso el gobernador Nehemías, el sacerdote y maestro Esdras y los levitas que enseñaban al pueblo les dijeron: «No lloréis ni os pongáis tristes, porque este día ha sido consagrado al SEÑOR vuestro Dios». Luego Nehemías añadió: «Ya podéis iros. Comed bien, tomad bebidas dulces y compartid vuestra comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estéis tristes, pues el gozo del SEÑOR es nuestra fortaleza». También los levitas tranquilizaban a todo el pueblo. Les decían: «¡Tranquilos! ¡No estéis tristes, que este es un día santo!» Así que todo el pueblo se fue a comer y beber y compartir su comida, felices de haber comprendido lo que se les había enseñado. Al día siguiente, los jefes de familia, junto con los sacerdotes y los levitas, se reunieron con el maestro Esdras para estudiar los términos de la ley. Y en esta encontraron escrito que el SEÑOR le había mandado a Moisés que durante la fiesta del mes séptimo los israelitas debían habitar en enramadas y pregonar en todas sus ciudades y en Jerusalén esta orden: «Id a la montaña y traed ramas de olivo, de olivo silvestre, de arrayán, de palmera y de todo árbol frondoso, para hacer enramadas, conforme a lo que está escrito».