Salmo 25:5-17
Salmo 25:5-17 NVI
Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador; ¡en ti pongo mi esperanza todo el día! Acuérdate, SEÑOR, de tu ternura y gran amor, que siempre me has mostrado; olvida los pecados y transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, SEÑOR, eres bueno. Bueno y justo es el SEÑOR; por eso les muestra a los pecadores el camino. Él dirige en la justicia a los humildes, y les enseña su camino. Todas las sendas del SEÑOR son amor y verdad para quienes cumplen los preceptos de su pacto. Por amor a tu nombre, SEÑOR, perdona mi gran iniquidad. ¿Quién es el hombre que teme al SEÑOR? Será instruido en el mejor de los caminos. Tendrá una vida placentera, y sus descendientes heredarán la tierra. El SEÑOR brinda su amistad a quienes lo honran, y les da a conocer su pacto. Mis ojos están puestos siempre en el SEÑOR, pues solo él puede sacarme de la trampa. Vuelve a mí tu rostro y ten compasión de mí, pues me encuentro solo y afligido. Crecen las angustias de mi corazón; líbrame de mis tribulaciones.