1 REYES 11:26-43
1 REYES 11:26-43 BLP
Jeroboán, hijo de Nabat, era oriundo de Seredá. Su madre se llamaba Seruá y era viuda. Siendo servidor de Salomón, se rebeló contra el rey. Las circunstancias de su rebelión contra el rey fueron estas: Salomón estaba construyendo el terraplén para cerrar la brecha de la ciudad de su padre David. Jeroboán era un tipo fuerte y competente, y cuando Salomón advirtió cómo trabajaba el joven, lo puso al frente de todos los trabajadores de la casa de José. Un día en que Jeroboán salía de Jerusalén, se encontró en el camino con el profeta Ajías de Siló. Este iba cubierto con un manto nuevo y estaban los dos solos en el campo. Ajías cogió el manto que llevaba puesto, lo rasgó en doce trozos y dijo a Jeroboán: —Quédate con diez trozos, pues esto dice el Señor, Dios de Israel: Voy a quitarle el reino a Salomón y voy a darte a ti diez tribus. A él le dejaré una tribu, en consideración a David, mi siervo, y a Jerusalén, mi ciudad preferida entre todas las tribus de Israel. Lo haré así porque me ha abandonado para adorar a Astarté, diosa fenicia, a Quemós, dios moabita, y a Milcón, dios de los amonitas; y no ha seguido mis caminos, ni ha practicado lo que me agrada, mis mandatos y decretos, lo que sí hizo su padre David. Pero no le quitaré todo el reino, sino que lo mantendré como rey mientras viva, en consideración a mi siervo David, a quien elegí y quien guardó mis mandatos y leyes. Le quitaré el reino a su hijo, y a ti te daré diez tribus. A su hijo le dejaré solo una tribu, para que mi siervo David conserve siempre su lámpara ante mí en Jerusalén, la ciudad que escogí como residencia de mi nombre. En cuanto a ti, yo te tomaré para que reines donde desees y para que seas el rey de Israel. Si obedeces mis órdenes, sigues mis caminos y te comportas rectamente, guardando mis leyes y mandatos, como hizo mi siervo David, yo estaré contigo, te garantizaré una dinastía estable, como la garanticé a David y te entregaré a Israel. Sin embargo, castigaré a la descendencia de David por este motivo, aunque no para siempre. Salomón intentaba matar a Jeroboán, pero él huyó a Egipto con el rey Sisac y permaneció allí hasta la muerte de Salomón. El resto de la historia de Salomón, sus hechos y su sabiduría están escritos en el libro de la Historia de Salomón. Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel durante cuarenta años. Cuando murió, lo enterraron en la ciudad de su padre David. Su hijo Roboán le sucedió en el trono.