1 TIMOTEO 3:2-3
1 TIMOTEO 3:2-3 BLP
Ahora bien, es preciso que el obispo sea un hombre sin tacha, marido de una sola mujer. Debe ser sobrio, equilibrado, cortés, hospitalario, con capacidad para enseñar. No ha de ser borracho ni pendenciero, sino ecuánime, pacífico y desinteresado.