1 TIMOTEO 5:1-8
1 TIMOTEO 5:1-8 BLP
No trates duramente al anciano. Exhórtalo, más bien, como harías con un padre. Pórtate con los jóvenes como si fueran hermanos. A las ancianas trátalas como a madres, y a las jóvenes como a hermanas, con toda pureza. Toma en consideración a las viudas, siempre que lo sean de verdad. Pero si una viuda tiene hijos o nietos, a ellos toca, antes que a nadie, cuidar con dedicación de su propia familia, correspondiendo así a lo que recibieron de sus progenitores; esto es, en efecto, lo que agrada a Dios. En cuanto a la auténtica viuda —la que está sola en el mundo—, ha puesto su esperanza en Dios y vive día y noche ocupada en oraciones y plegarias. En cambio, la de conducta licenciosa, aunque parezca viva, está muerta. Incúlcales esto para que sean irreprochables. Pues quien no mira por los suyos, especialmente por los de su casa, ha renegado de la fe y es peor que los infieles.