2 CRÓNICAS 36:11-21
2 CRÓNICAS 36:11-21 BLP
Sedecías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante once años. Sedecías ofendió al Señor y no hizo caso a Jeremías, el profeta inspirado por Dios. Se rebeló contra el rey Nabucodonosor, al que había jurado vasallaje en nombre de Dios, y se negó por completo a convertirse al Señor, Dios de Israel. Igualmente, todos los jefes de Judá, los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, imitando las perversiones de otras naciones, y profanaron el Templo que el Señor había santificado en Jerusalén. El Señor, Dios de sus antepasados, les advirtió continuamente por medio de sus mensajeros, pues sentía compasión de su pueblo y de su morada; pero ellos se reían de los mensajeros divinos, despreciaban sus palabras y se burlaban de sus profetas, hasta que estalló la cólera del Señor y no hubo remedio. Entonces envió contra ellos al rey de los caldeos que mató a filo de espada a sus jóvenes en su santuario, sin tener compasión de jóvenes o doncellas, de mayores o ancianos; a todos los entregó en sus manos. Nabucodonosor se llevó a Babilonia todos los objetos del Templo, grandes y pequeños, y los tesoros del Templo, los del palacio real y los de las autoridades. Incendiaron el Templo, derribaron las murallas de Jerusalén, prendieron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos de valor. Luego desterró a Babilonia a los supervivientes de la matanza, donde se convirtieron en esclavos suyos y de sus descendientes, hasta la llegada del imperio persa. Así se cumplió la palabra del Señor pronunciada por medio de Jeremías: «Hasta que haya recuperado sus descansos sabáticos, el país descansará durante el tiempo de la desolación que durará setenta años».