2 SAMUEL 14:15-23
2 SAMUEL 14:15-23 BLP
Si yo he venido a hablar a su majestad de este asunto, ha sido porque la gente me ha asustado y me he dicho: «Voy a hablar con el rey, a ver si quiere hacer lo que su sierva le pide, escuchándola y librándola del hombre que quiere arrancarnos a mí y a mi hijo juntos de la heredad de Dios». Esta sierva tuya pensó: «Que la palabra del rey, mi señor, nos devuelva la paz, pues el rey, mi señor, es como un enviado de Dios que sabe discernir entre el bien y el mal». Que el Señor, tu Dios, esté contigo. El rey contestó a la mujer: —Por favor, responde sinceramente a mi pregunta. La mujer dijo: —Habla, majestad. El rey le preguntó: —¿No te ha metido Joab en todo este asunto? La mujer respondió: —¡Por tu vida! Su majestad ha acertado plenamente en lo que acaba de decir. Efectivamente ha sido tu siervo Joab quien me ha mandado y el que me ha sugerido todas mis intervenciones. Tu siervo Joab ha actuado así para cambiar la actual situación, pero mi señor tiene la sabiduría de un enviado de Dios y conoce todo lo que sucede en el país. Luego el rey dijo a Joab: —Bien, he decidido que vayas y traigas al joven Absalón. Joab se inclinó en tierra, hizo una reverencia, bendijo al rey y dijo: —Ahora sé que cuento con tu favor, majestad, pues me has concedido este deseo. Joab se incorporó, partió hacia Guesur y trajo a Absalón a Jerusalén.