2 SAMUEL 14:15-23
2 SAMUEL 14:15-23 Reina Valera 2020 (RV2020)
Si yo he venido ahora para decir esto al rey, mi señor, es porque el pueblo me ha atemorizado. Y tu sierva ha pensado: «Hablaré ahora al rey; quizá haga lo que su sierva le diga, pues el rey me oirá y librará a su sierva de manos del hombre que quiere extirparme a mí, junto con mi hijo, de la heredad de Dios». Por eso, tu sierva dice: «Sea ahora de consuelo la respuesta de mi señor, el rey, pues mi señor, el rey, es como un ángel de Dios para discernir entre lo bueno y lo malo. Y que el Señor, tu Dios, sea contigo». Entonces David respondió a la mujer: —Te ruego que no me ocultes nada de lo que yo te pregunte. —Hable mi señor, el rey —dijo la mujer. El rey preguntó: —¿No está metida la mano de Joab en todas estas cosas? La mujer respondió: —¡Vive tu alma, rey señor mío, que no se aparta ni a derecha ni a izquierda todo lo que mi señor el rey ha hablado!; porque fue tu siervo Joab quien me mandó, y él puso en boca de tu sierva todas estas palabras. Para mudar el aspecto de las cosas, Joab, tu siervo, ha hecho esto. Pero mi señor es sabio, con la sabiduría de un ángel de Dios, para conocer lo que hay en la tierra. Luego el rey dijo a Joab: —Mira, he decidido esto: vete y haz volver al joven Absalón. Joab se postró en tierra sobre su rostro, hizo una reverencia, y después que bendijo al rey, dijo: —Hoy ha entendido tu siervo que he hallado gracia a tus ojos, rey y señor mío, pues el rey ha hecho lo que su siervo ha dicho. Se levantó luego Joab, fue a Gesur, y trajo a Absalón a Jerusalén.
2 SAMUEL 14:15-23 La Palabra (versión española) (BLP)
Si yo he venido a hablar a su majestad de este asunto, ha sido porque la gente me ha asustado y me he dicho: «Voy a hablar con el rey, a ver si quiere hacer lo que su sierva le pide, escuchándola y librándola del hombre que quiere arrancarnos a mí y a mi hijo juntos de la heredad de Dios». Esta sierva tuya pensó: «Que la palabra del rey, mi señor, nos devuelva la paz, pues el rey, mi señor, es como un enviado de Dios que sabe discernir entre el bien y el mal». Que el Señor, tu Dios, esté contigo. El rey contestó a la mujer: —Por favor, responde sinceramente a mi pregunta. La mujer dijo: —Habla, majestad. El rey le preguntó: —¿No te ha metido Joab en todo este asunto? La mujer respondió: —¡Por tu vida! Su majestad ha acertado plenamente en lo que acaba de decir. Efectivamente ha sido tu siervo Joab quien me ha mandado y el que me ha sugerido todas mis intervenciones. Tu siervo Joab ha actuado así para cambiar la actual situación, pero mi señor tiene la sabiduría de un enviado de Dios y conoce todo lo que sucede en el país. Luego el rey dijo a Joab: —Bien, he decidido que vayas y traigas al joven Absalón. Joab se inclinó en tierra, hizo una reverencia, bendijo al rey y dijo: —Ahora sé que cuento con tu favor, majestad, pues me has concedido este deseo. Joab se incorporó, partió hacia Guesur y trajo a Absalón a Jerusalén.
2 SAMUEL 14:15-23 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Ahora bien, si yo he venido a decir esto a Su Majestad, mi señor, es porque la gente me atemorizó. Por eso decidió esta servidora suya hablar, por si acaso Su Majestad aceptaba hacer lo que he pedido. Si Su Majestad me atiende, podrá librarme de quien quiere arrancarnos, a mi hijo y a mí, de esta tierra que pertenece a Dios. Esta servidora suya espera que la respuesta de Su Majestad la tranquilice, pues Su Majestad sabe distinguir entre lo bueno y lo malo, igual que un ángel de Dios. ¡Que Dios el Señor quede con Su Majestad! El rey respondió a la mujer: –Te ruego que no me ocultes nada de lo que voy a preguntarte. –Hable Su Majestad –contestó la mujer. Entonces el rey le preguntó: –¿No es verdad que Joab te ha metido en todo esto? La mujer le dijo: –Juro por Su Majestad que nada hay más cierto que lo que Su Majestad ha dicho. En efecto, Joab, oficial de Su Majestad, es quien me ordenó venir, y él mismo me dijo todo lo que yo tenía que decir. Pero lo hizo con el deseo de que cambien las cosas. Sin embargo, Su Majestad es tan sabio que conoce como un ángel de Dios todo lo que ocurre en el país. Como consecuencia de esto, el rey dijo a Joab: –Mira, ya he resuelto este asunto. Ve y haz que regrese el joven Absalón. Entonces Joab se inclinó hasta tocar el suelo con la frente en señal de reverencia, bendijo al rey y le dijo: –Hoy he podido ver que cuento con el favor de Su Majestad, ya que Su Majestad ha hecho lo que este servidor suyo le sugirió hacer. En seguida Joab se levantó y fue a Guesur para traer a Absalón a Jerusalén.
2 SAMUEL 14:15-23 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Yo he venido a hablar con mi señor el rey porque hay gente que me ha infundido temor. He pensado: “Voy a hablarle al rey; tal vez me conceda lo que le pida, librándonos a mí y a mi hijo de quien quiere eliminarnos, para quedarse con la heredad que Dios nos ha dado”. »Pensé, además, que tu palabra me traería alivio, pues mi señor el rey es como un ángel de Dios, que sabe distinguir entre lo bueno y lo malo. ¡Que el SEÑOR tu Dios te bendiga!» Al llegar a este punto, el rey le dijo a la mujer: ―Voy a hacerte una pregunta, y te pido que no me ocultes nada. ―Dime, mi señor y rey. ―¿Acaso no está Joab detrás de todo esto? La mujer respondió: ―Juro por la vida de mi señor el rey que su pregunta ha dado en el blanco. En efecto, fue tu siervo Joab quien me instruyó y puso en mis labios todo lo que he dicho. Lo hizo para disimular el asunto, pero mi señor tiene la sabiduría de un ángel de Dios y sabe todo lo que sucede en el país. Entonces el rey llamó a Joab y le dijo: ―Estoy de acuerdo. Anda, haz que regrese el joven Absalón. Postrándose rostro en tierra, Joab le hizo una reverencia al rey y le dio las gracias, añadiendo: ―Hoy sé que cuento con el favor de mi señor y rey, pues el rey ha accedido a mi petición. Dicho esto, Joab emprendió la marcha a Guesur, y regresó a Jerusalén con Absalón.