2 SAMUEL 15:23-37
2 SAMUEL 15:23-37 BLP
Toda la gente lloraba a gritos mientras iba desfilando. Luego David cruzó el torrente Cedrón por el camino que lleva al desierto, y con él cruzó toda la gente. También estaba Sadoc con todos los levitas que llevaban el Arca de la alianza de Dios. Colocaron el Arca junto a Abiatar, hasta que toda la gente terminó de salir de la ciudad. El rey dijo a Sadoc: —Devuelve el Arca de Dios a la ciudad, que si alcanzo el favor del Señor, él me permitirá volver a ver el Arca y su morada. Pero si manifiesta que no le agrado, estaré dispuesto a que haga conmigo lo que quiera. Y el rey insistió al sacerdote Sadoc: —Mira, regresad en paz a la ciudad junto con vuestros dos hijos, con tu hijo Ajimás y con Jonatán, el hijo de Abiatar. Y estad atentos, pues yo estaré esperando en los pasos del desierto hasta que me llegue alguna información vuestra. Sadoc y Abiatar regresaron a Jerusalén con el Arca de Dios y se quedaron allí. Cuando David subía la cuesta de los olivos, iba llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos. La gente que lo acompañaba llevaba también la cabeza cubierta y subía llorando. Entonces informaron a David que Ajitófel formaba parte de la conspiración de Absalón, y David suplicó: —Confunde, Señor, los consejos de Ajitófel. Cuando David llegó a la cumbre, lugar donde se daba culto a Dios, le salió al encuentro Jusay, el arquita, con la túnica rasgada y la cabeza llena de tierra. David le dijo: —Si te vienes conmigo, solo serás una carga para mí. Pero si le dices a Absalón: «Majestad, soy tu servidor. He sido servidor de tu padre y a partir de ahora, seré tu servidor», me ayudarás a hacer fracasar los consejos de Ajitófel. Allí estarán contigo los sacerdotes Sadoc y Abiatar, a los que podrás informar de todo lo que escuches en palacio. También estarán con ellos sus dos hijos, Ajimás, el de Sadoc, y Jonatán, el de Abiatar, a través de los cuales me haréis llegar todo lo que escuchéis. Jusay, el amigo de David, llegó a la ciudad cuando Absalón entraba en Jerusalén.