ECLESIASTÉS 5:10-19
ECLESIASTÉS 5:10-19 BLP
Cuando aumentan los bienes, aumentan los parásitos. ¿Y qué provecho saca el dueño, sino verlo con sus ojos? Dulce es el sueño del trabajador, coma poco o coma mucho; la abundancia al rico no le permite dormir. Una grave desgracia he visto bajo el sol: la riqueza que guarda el dueño para su propio daño. Pierde esta riqueza en un mal negocio y el hijo que tiene se queda con las manos vacías. Según salió del vientre de su madre, así volverá: tan desnudo como vino, sin llevarse en la mano nada de lo que sacó con sus fatigas. También esto es gran desgracia: que se irá, como vino. ¿Y qué ganancia sacará de haberse fatigado inútilmente? Consumir todos sus días a oscuras, entre grandes disgustos, dolor y rabia. Esta es la felicidad que yo he encontrado: que conviene comer, beber y disfrutar de todos los afanes y fatigas bajo el sol, durante los contados días de vida que Dios da al ser humano, porque esa es su recompensa; y si Dios concede a cada cual bienes y riquezas y le permite comer de ellas, recibir su recompensa y disfrutar de sus fatigas, eso es un don de Dios. Porque no se preocupará demasiado de los días de su vida, si Dios le llena de alegría el corazón.