ECLESIASTÉS 8:2-9
ECLESIASTÉS 8:2-9 BLP
Cumple la orden del rey en virtud del juramento divino; no tengas prisa en retirarte de su presencia, ni te empeñes en intrigas, pues hará todo lo que quiera. La palabra del rey es soberana: ¿quién puede pedirle explicaciones? Quien cumple lo mandado nada sabe de intrigas; solo el sabio conoce el tiempo de la decisión, pues cada cosa ha de ser decidida a su tiempo, porque un grave problema tiene el ser humano: no sabe lo que va a suceder y nadie se lo anunciará. Nadie es dueño de su vida ni es capaz de conservarla; no hay poder sobre la hora de la muerte, no hay modo de escapar en la batalla, no salvará la maldad a quien la trama. Esto es lo que he observado reflexionando sobre todo lo que sucede bajo el sol, cuando una persona domina a otra para hacerle daño.