EZEQUIEL 30:1-22
EZEQUIEL 30:1-22 BLP
El Señor me dirigió la palabra: —Hijo de hombre, profetiza y di: Esto dice el Señor Dios: Gritad: ¡Ay aquel día!, pues cerca está ese día, cerca el día del Señor, día cargado de nubarrones; será la hora de las naciones. Llegará la espada contra Egipto, la angustia atenazará a Etiopía, cuando caigan víctimas en Egipto, cuando sean saqueadas sus riquezas y sus cimientos reducidos a escombros. Etiopía, Put, Lud y las distintas tropas mercenarias, Cub junto con sus tropas auxiliares, caerán víctimas de la espada. Esto dice el Señor Dios: Caerán los que apoyan a Egipto, se abatirán su orgullo y su poder; de Migdol a Asuán caerán todos, víctimas de la espada. Se convertirán en los más desolados de los países; sus ciudades serán las más arruinadas. Y reconocerán que yo soy el Señor cuando prenda fuego a Egipto y destruya a quienes lo ayudan. Aquel día enviaré mensajeros en navíos para sembrar el terror en Etiopía, que se cree segura; la angustia la atenazará cuando llegue el día de Egipto, que ya está cerca, como veis. Esto dice el Señor Dios: Acabaré con la opulencia de Egipto por medio de Nabucodonosor, rey de Babilonia. Junto con su ejército, terror de las naciones, llega para asolar el país. Desenvainarán sus espadas contra Egipto y llenarán de víctimas el país. Convertiré el Nilo en sequedal y venderé el país a bandidos. Entregaré el país y cuanto hay en él en manos de gente extraña. Yo, el Señor, he hablado. Esto dice el Señor Dios: Pondré fin a los ídolos, acabaré con los dioses de Nof; ya no habrá príncipe en Egipto, llenaré el país de terror. Dejaré Patrós devastada, prenderé fuego a Soán y haré justicia contra No. Derramaré mi cólera en Sin, la fortaleza de Egipto, y acabaré con la numerosa población de No. Prenderé fuego a Egipto, Sin se retorcerá de dolor, abrirán brecha en No y Nof será asaltada en pleno día. Los jóvenes de On y de Pi Béset caerán a espada, y el resto de sus habitantes irán al destierro. En Tafnis se oscurecerá el día, cuando haga trizas el cetro de Egipto y ponga fin a su orgullo y su poder. Quedará oculto por nubarrones, y la gente de sus ciudades irá al destierro. Haré justicia contra Egipto, y reconocerán que yo soy el Señor. El año undécimo, el día siete del primer mes, el Señor me dirigió la palabra: —Hijo de hombre, he roto el brazo del faraón, rey de Egipto. Nadie se lo ha curado con medicamentos y vendas, de modo que recupere la fuerza y pueda empuñar la espada. Por eso, así dice el Señor Dios: Aquí estoy yo contra el faraón, rey de Egipto: quebraré sus brazos, el sano y el roto, y haré que la espada se desprenda de su mano.