GÉNESIS 31:4-13
GÉNESIS 31:4-13 BLP
Jacob mandó llamar a Raquel y a Lía para que fuesen al campo donde él tenía el rebaño, y les dijo: —Me he dado cuenta de que vuestro padre ya no me mira con la benevolencia de antes; pero el Dios de mi padre ha estado conmigo. Vosotras sabéis muy bien que yo he trabajado para vuestro padre con todas mis fuerzas; a pesar de ello, él me ha engañado y me ha estado cambiando continuamente el salario. Sin embargo, Dios jamás le permitió que me hiciese mal alguno; al contrario, cuando Labán decía: «te voy a pagar con los corderos moteados», todas las ovejas del rebaño parían corderos moteados; y cuando decía: «te voy a pagar con los rayados», entonces todas parían crías rayadas. Así Dios le ha ido quitando el ganado a vuestro padre y me lo ha ido dando a mí. Una vez, durante el período en que los animales estaban en celo, yo tuve un sueño. De pronto vi que los machos que cubrían a las ovejas eran todos rayados, manchados o moteados. Y en el sueño, el ángel de Dios me dijo: «Jacob». Yo le respondí: «Aquí estoy». Y él me dijo: «Echa una mirada y verás como todos los machos que cubren a las ovejas son rayados, manchados o moteados, porque he visto todo lo que Labán te ha estado haciendo. Yo soy el Dios de Betel, el lugar donde ungiste una piedra votiva y me hiciste una promesa. Márchate, pues, de aquí y regresa a la tierra que te vio nacer».