PROVERBIOS 10:1-32
PROVERBIOS 10:1-32 BLP
Proverbios de Salomón. Hijo sabio, alegría del padre; hijo necio, disgusto de su madre. La riqueza deshonesta no aprovecha, pero la justicia libra de la muerte. El Señor no deja pasar hambre al justo, reprueba la avaricia del malvado. Mano indolente empobrece, manos decididas enriquecen. El prudente cosecha en verano, quien se duerme al cosechar merece el desprecio. Hay bendiciones para la cabeza del justo, la boca del malvado esconde violencia. El recuerdo del justo es bendición, la fama del malvado se apolilla. La persona sensata acepta órdenes, labios alocados llevan a la ruina. Quien actúa con rectitud camina seguro, quien anda con rodeos queda al descubierto. Quien guiña los ojos causa disgustos, quien reprende a la cara favorece la paz. Es fuente de vida la boca del justo, la del malvado esconde violencia. El odio provoca pendencias, el amor oculta las faltas. En labios inteligentes hay sabiduría, una vara para la espalda del insensato. Los sabios atesoran saberes, la boca del necio es ruina inminente. El alcázar del rico es su hacienda; la amenaza del pobre, su pobreza. La recompensa del justo es la vida; la cosecha del malvado, el delito. Quien acepta la corrección camina a la vida, quien desprecia la reprensión se extravía. Labios embusteros esconden odio, quien difunde calumnias es necio. El que mucho habla, mucho yerra; el prudente refrena sus labios. Es plata de ley la lengua del justo, la mente malvada simple ganga. Los labios del justo instruyen a muchos, los necios perecen por falta de seso. La bendición del Señor enriquece sin que nada le añada el esfuerzo. Al necio le divierte urdir intrigas; al inteligente, la sabiduría. Al malvado le sucede lo que teme, al justo se le cumplen sus deseos. Tras la tormenta desaparece el malvado, el justo permanece para siempre. Vinagre a los dientes y humo a los ojos es el perezoso para quien lo envía. El respeto al Señor prolonga la vida, los años del malvado se acortan. El porvenir del justo es alegre, la esperanza del malvado perece. El camino del Señor es refugio para el recto, ruina para los malhechores. El justo siempre se mantendrá firme, los malvados no habitarán la tierra. La boca del justo destila sabiduría, la lengua embustera será extirpada. Los labios del justo procuran placer; la boca del malvado, perversión.