SALMOS 18:27-39
SALMOS 18:27-39 BLP
Porque tú salvas al pueblo humillado y abates las miradas altivas. Tú enciendes mi lámpara, Señor, iluminas, ¡oh Dios!, mi oscuridad. Contigo me lanzo al asalto, con mi Dios franqueo la muralla. El camino de Dios es perfecto, la palabra del Señor exquisita; es un escudo para los que en él confían. Pues, ¿quién es Dios, aparte del Señor? ¿Quién una fortaleza, sino nuestro Dios? Dios es quien me ciñe de fuerza y hace perfecto mi camino. Él me da pies de gacela y me mantiene firme en las alturas; adiestra mis manos para la guerra y mis brazos para tensar arco de bronce. Me ofreces tu escudo protector, tu diestra me sostiene, tu benevolencia me engrandece. Agilizas mis pasos al andar y no se tuercen mis tobillos. Persigo a mis enemigos y los alcanzo, no retrocedo hasta acabar con ellos; los abato y no pueden levantarse, quedan postrados a mis pies. Me has armado de valor para el combate, los agresores me han quedado sometidos.