SALMOS 79:1-13
SALMOS 79:1-13 BLP
Oh Dios, los paganos han invadido tu heredad, han profanado tu santo Templo, han reducido Jerusalén a escombros; han arrojado el cadáver de tus siervos como alimento a los pájaros del cielo, el cuerpo de tus fieles a las fieras de la tierra; han derramado su sangre como agua por toda Jerusalén y nadie los sepulta. Somos la burla de nuestros vecinos, la mofa, la risa de los que están cerca. ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Estarás siempre airado? ¿Estallará como el fuego tu celo? Descarga tu ira sobre los pueblos que te ignoran, sobre los reinos que no invocan tu nombre. Porque ellos devoraron a Jacob, convirtieron en ruinas su morada. No esgrimas contra nosotros los pecados de antaño; que nos llegue pronto tu misericordia porque estamos exhaustos. Ayúdanos, Dios salvador nuestro, por la gloria de tu nombre; líbranos, perdona nuestros pecados haciendo honor a tu nombre. ¿Por qué han de decir las naciones: «Dónde está su Dios»? Que ante nosotros conozcan las naciones el castigo por la muerte de tus siervos. Que el grito del cautivo llegue a ti, salva con tu poder la vida a los condenados; pero a los vecinos devuélveles con creces la ofensa que ellos, mi Dios, te hicieron. Y nosotros, tu pueblo, rebaño de tus prados, te daremos gracias por siempre, proclamaremos tu alabanza por generaciones.