SALMOS 86:1-17
SALMOS 86:1-17 BLP
Atiéndeme, Señor, escúchame, que soy humilde, pobre soy. Protégeme porque soy fiel; tú, mi Dios, salva a tu siervo que ha puesto en ti su confianza. Apiádate de mí, Dios mío, que a ti clamo sin cesar. Inunda de gozo a tu siervo, que hacia ti yo me dirijo. Tú, mi Dios, eres bueno y clemente, lleno de amor para quienes te invocan. Señor, atiende mi ruego, escucha mi voz suplicante. Cuando estoy angustiado te llamo porque tú me respondes. No hay entre los dioses uno como tú, Dios mío, no hay obras como las tuyas. Todas las naciones que forjaste vendrán, mi Dios, a postrarse ante ti y darán gloria a tu nombre. Pues tú eres grande y haces prodigios; tú, solo tú, eres Dios. Señor, muéstrame tu camino y en tu verdad caminaré; guía mi corazón para que venere tu nombre. Señor, Dios mío, de todo corazón te alabaré, por siempre glorificaré tu nombre porque ha sido grande tu amor conmigo, del reino de los muertos me sacaste. Oh Dios, los arrogantes me atacaban, gente violenta buscaba mi muerte sin tenerte a ti presente. Pero tú, mi Dios, Dios clemente y compasivo, paciente, lleno de amor y de verdad, vuélvete hacia mí y apiádate; da tu fuerza a tu siervo, salva al hijo de tu esclava. Haz un signo de bondad conmigo; que mis enemigos se avergüencen al verlo, pues tú, Señor, me ayudas y me consuelas.