1 REYES 18:1-19
1 REYES 18:1-19 RV2020
Pasó mucho tiempo, y tres años después llegó palabra del Señor a Elías: —Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra. Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. El hambre que había en Samaria era mucha. Acab llamó a Abdías, su mayordomo. Abdías era muy temeroso del Señor, pues cuando Jezabel destruía a los profetas del Señor, Abdías había tomado a cien profetas y los había escondido en cuevas de cincuenta en cincuenta, y los había sustentado con pan y agua. Dijo, pues, Acab a Abdías: —Ve por el país a todas las fuentes de aguas y a todos los arroyos, a ver si acaso encontramos pasto con que conservar con vida a los caballos y a las mulas, para que no nos quedemos sin bestias. Y dividieron entre sí el país para recorrerlo; Acab fue por un camino y Abdías fue solo por otro. Cuando Abdías iba por el camino, se encontró con Elías. Al reconocerlo, se postró sobre su rostro y dijo: —¿No eres tú Elías, mi señor? —Yo soy; ve y dile a tu amo: «Aquí está Elías» —le respondió él. Abdías replicó: —¿En qué he pecado para que entregues a tu siervo en manos de Acab y me haga morir? ¡Vive el Señor, tu Dios!, que no ha habido nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte, y cuando respondían: «No está aquí», hacía jurar a reinos y a naciones que no te habían hallado. ¿Y ahora tú dices: «Ve y dile a tu amo: Aquí está Elías»? Acontecerá que luego de que yo me haya ido, el espíritu del Señor te llevará adonde yo no sepa. Y cuando yo vaya a dar la noticia a Acab, él no te hallará y me matará. Pero tu siervo teme al Señor desde su juventud. ¿No le han contado a mi señor que, cuando Jezabel mataba a los profetas del Señor, yo escondí en cuevas a cien de los profetas del Señor, de cincuenta en cincuenta, y los mantuve con pan y agua? Y ahora dices tú: «Ve y dile a tu amo: Aquí está Elías». ¿Quieres que me mate? Elías le dijo: —¡Vive el Señor de los ejércitos, en cuya presencia estoy!, que hoy me presentaré ante él. Entonces Abdías se dirigió a Acab, le dio el aviso, y Acab fue a encontrarse con Elías. Cuando lo vio, le dijo: —¿Eres tú el que perturbas a Israel? Él respondió: —Yo no he perturbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, al abandonar los mandamientos del Señor y seguir a los baales. Manda, pues, ahora que todo Israel se congregue en el monte Carmelo , con los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.