1 SAMUEL 3:1-10
1 SAMUEL 3:1-10 RV2020
El joven Samuel servía al Señor en presencia de Elí; en aquellos días escaseaba la palabra del Señor y no eran frecuentes las visiones. Un día estaba Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver. Samuel estaba durmiendo en el templo del Señor, donde se encontraba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuera apagada, el Señor llamó a Samuel. Este respondió: —Aquí me tienes. Y corrió luego adonde estaba Elí, y le dijo: —Aquí me tienes; ¿para qué me has llamado? —Yo no te he llamado; vuelve y acuéstate —respondió Elí. Él se fue y se acostó. El Señor volvió a llamar a Samuel. Se levantó Samuel, vino adonde estaba Elí y le dijo: —Aquí me tienes; ¿para qué me has llamado? —Hijo mío, yo no te he llamado; vuelve y acuéstate —le respondió Elí. Samuel no había conocido aún al Señor, ni la palabra del Señor le había sido revelada. El Señor, pues, llamó por tercera vez a Samuel. Y él se levantó, vino ante Elí, y le dijo: —Aquí me tienes; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que el Señor llamaba al joven, y le dijo: —Ve y acuéstate; y si te llama, di: «Habla, Señor, que tu siervo escucha». Así se fue Samuel y se acostó en su lugar. Vino el Señor, se paró y llamó como las otras veces: —¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: —Habla, que tu siervo escucha.