1 TIMOTEO 1:3-10
1 TIMOTEO 1:3-10 RV2020
Cuando fui a Macedonia, te rogué que te quedaras en Éfeso para que mandaras a algunos que no enseñen doctrinas distintas ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que más bien fomentan discusiones, en lugar de contribuir a la obra de Dios, que es por la fe. El propósito de este mandato es suscitar el amor que nace de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera. Algunos se han apartado de esto, y se han perdido en palabrería sin sentido. Pretenden ser doctores de la ley, cuando en realidad no entienden ni lo que dicen ni lo que afirman. Sabemos que la ley es buena, si se usa legítimamente. Y sabemos que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes; para los impíos y pecadores; para los irreverentes y profanadores; para los parricidas y matricidas, para los homicidas; para los fornicarios, para los que se acuestan con hombres; para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros; y para cualquier otra cosa contraria a la sana doctrina