2 CRÓNICAS 2:1-16
2 CRÓNICAS 2:1-16 RV2020
Determinó, pues, Salomón edificar Casa al nombre del Señor, y casa para su reino. Y designó Salomón a setenta mil cargadores, ochenta mil canteros y tres mil seiscientos capataces que los vigilaran. Después envió Salomón a decir a Hiram, rey de Tiro: —Haz conmigo como hiciste con mi padre David, cuando le enviaste cedros para que se construyera una casa en que habitar. Mira, yo tengo que edificar una Casa al nombre del Señor, mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso aromático delante de él, para la colocación continua de los panes de la proposición, para los holocaustos de la mañana y de la tarde, los sábados, nuevas lunas, y festividades del Señor, nuestro Dios; lo cual ha de ser perpetuo en Israel. Y la Casa que tengo que edificar ha de ser grande, porque el Dios nuestro es grande sobre todos los dioses. Pero, ¿quién será capaz de edificarle Casa, dado que los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerlo? ¿Quién, pues, soy yo, para que le edifique Casa, aunque solo sea para quemar incienso delante de él? Envíame, pues, ahora un hombre hábil que sepa trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en púrpura, en grana y en azul, y que sepa esculpir, para que trabaje con los maestros que están conmigo en Judá y en Jerusalén, los cuales contrató mi padre. Envíame también madera del Líbano: cedro, ciprés y sándalo; porque yo sé que tus siervos saben cortar madera en el Líbano. Mis siervos irán con los tuyos para que me preparen mucha madera, porque la Casa que tengo que edificar ha de ser grande y portentosa. Para tus siervos, los que trabajen en la tala de la madera, les daré seis mil toneladas de trigo en grano, seis mil toneladas de cebada, seiscientos mil litros de vino, y seiscientos mil litros de aceite. Entonces Hiram, rey de Tiro, respondió en una carta que envió a Salomón: «Porque el Señor amó a su pueblo, te ha puesto por rey sobre ellos». Hiram también decía: «Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que dio al rey David un hijo sabio, entendido, cuerdo y prudente, que va a edificar una casa al Señor y una casa para su reino. Yo, pues, te he enviado a Hiram-abi, hombre hábil y entendido, hijo de una mujer de las hijas de Dan, aunque su padre era de Tiro, el cual sabe hacer trabajos en oro, plata, bronce y hierro, en piedra y en madera, en púrpura y en azul, en lino y en carmesí; asimismo, sabe esculpir toda clase de figuras y sacar toda forma de diseño que se le pida. Él trabajará junto a tus peritos y a los de mi señor David, tu padre. Ahora, pues, envíe mi señor a sus siervos el trigo y la cebada, el aceite y el vino de que ha hablado; y nosotros cortaremos en el Líbano la madera que necesites, y te la llevaremos en balsas por el mar hasta Jope, y tú harás que de allí la suban hasta Jerusalén».