2 CORINTIOS 1
1
I. Primera parte (1–7)
1. Saludo y acción de gracias (1.1-11)
Saludo
1Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios,#1 Co 1.1; Gl 1.1. y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto,#Hch 18.1. con todos los creyentes que están en toda Acaya: 2Que la gracia y la paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros.#Ro 1.7+; 1 Co 1.3.
Aflicciones de Pablo
3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,#Ef 1.3; 1 P 1.3. Padre misericordioso y Dios de todo consuelo.#Ro 15.5. 4Él nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros también podamos consolar a los que están sufriendo, con el mismo consuelo con que nosotros somos consolados por Dios. 5Porque así como abundan en nosotros las aflicciones de Cristo,#Col 1.24. así también por el mismo Cristo abunda nuestro consuelo. 6Pues si somos atribulados es para vuestro consuelo y salvación; o si somos consolados es para vuestro consuelo y salvación, de modo que podáis soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos.#4.15,17. 7Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues estamos seguros que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo seréis en el consuelo.
8Hermanos, no queremos que ignoréis acerca de la tribulación que nos sobrevino en Asia.#1 Co 15.32. Nos vimos abrumados en exceso, más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que hasta teníamos dudas de salir con vida. 9Nos llegamos a sentir como sentenciados a muerte; pero esto sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos.#Ro 4.17. 10Él nos libró y nos libra de tantos peligros de muerte. Y aún tenemos la esperanza de que él nos volverá a librar.#2 Ti 4.18. 11Para ello contamos con vuestras oraciones por nosotros; y si son muchos los que oran por nosotros,#Ro 15.30+. también serán muchos los que den gracias por el don que se nos concede.
2. Solución de la crisis en Corinto (1.12–2.17)
Por qué Pablo postergó su visita a Corinto
12Nuestro motivo de orgullo es el testimonio que nos da nuestra conciencia, de que nos hemos comportado en el mundo, y mucho más con vosotros, con la sencillez y la sinceridad que proviene de Dios. No con la sabiduría humana,#2.17; 1 Co 1.17,19,31; 2.13; Heb 13.18. sino con la gracia de Dios. 13No os escribimos nada que no podáis leer o entender. Y espero que al final entenderéis todo, 14así como en parte ya habéis entendido que nosotros somos vuestro motivo de orgullo,#5.12; Flp 2.16. del mismo modo que vosotros seréis el nuestro en el día del Señor Jesús.
15Con esta confianza quise antes que nada ir a visitaros para daros una doble alegría: 16visitaros de paso a Macedonia#Hch 19.21; 1 Co 16.5-6. y desde Macedonia volver otra vez a visitaros, y que vosotros me ayudéis a continuar mi viaje a Judea. 17Así que, al proponerme esto, ¿acaso actué con ligereza? O lo que pienso hacer, ¿lo pienso según mi naturaleza humana,#5.16. y tanto digo «sí» como «no»? 18Dios es testigo fiel de que nuestra palabra dirigida a vosotros no ha sido «sí» y «no», 19porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que entre vosotros ha sido predicado por nosotros, tanto por mí como por Silvano y Timoteo,#Hch 18.5; 1 Ts 1.1. no ha sido «sí» y «no», sino que ha sido «sí» en él. 20Porque todas las promesas de Dios en él son «sí», y por medio de él nosotros decimos «Amén», para la gloria de Dios. 21Y el que nos confirma con vosotros en Cristo y el que nos ungió, es Dios, 22que también nos ha sellado y nos ha dado, como garantía, el Espíritu en nuestros corazones.
23Pero yo os aseguro por mi vida, y pongo a Dios por testigo#Ro 1.9+. que hasta ahora no he ido a Corinto por consideración a vosotros.#13.2. 24No pretendemos dirigir vuestra fe,#1 P 5.3. sino que somos colaboradores para vuestra alegría, pues ya estáis firmes en la fe.
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