2 REYES 6:26-33
2 REYES 6:26-33 RV2020
Al pasar un día el rey de Israel por el muro, una mujer le gritó: —Sálvanos, rey y señor mío. El rey respondió: —Si no te salva el Señor, ¿con qué te puedo salvar yo? ¿Con lo del granero o lo del lagar? Y añadió el rey: —¿Qué tienes? Ella respondió: —Esta mujer me dijo: «Trae acá a tu hijo, nos lo comemos hoy y mañana comeremos al mío». Cocimos, pues, a mi hijo, y nos lo comimos. Al día siguiente yo le dije: «Trae acá a tu hijo para que nos lo comamos». Pero ella ha escondido a su hijo. Cuando el rey oyó las palabras de aquella mujer, rasgó sus vestidos, pasó por el muro y el pueblo vio las ropas ásperas que traía ceñidas a su cuerpo. Y el rey exclamó: —Traiga Dios sobre mí el peor de los castigos, si la cabeza de Eliseo hijo de Safat queda hoy sobre sus hombros. Eliseo estaba sentado en su casa, y con él estaban sentados los ancianos. El rey le había enviado un hombre, pero antes que el mensajero llegara, Eliseo dijo a los ancianos: —¿No habéis visto cómo este hijo de homicida envía a cortarme la cabeza? Mirad, pues; cuando llegue el mensajero, cerrad la puerta e impedidle entrar. ¿Acaso no se oye tras él el ruido de los pasos de su amo? Aún estaba hablando con ellos, cuando el mensajero descendió adonde él estaba y le dijo: —Ciertamente, todo este mal viene del Señor. ¿Qué puedo esperar ya de él?